Jolies

Si ya comenzaste la búsqueda de tu vestido de novia, lo primero que debes hacer es definir el color con el que te sientes más a gusto. Y es que de esta decisión dependerán además tus joyas, zapatos y los accesorios que lleves en tu peinado recogido, entre otros factores.

Incluso, los anillos de matrimonio podrían variar entre plata, oro u otro metal de acuerdo al tono que elijas. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo, te guiamos con los siguientes tips.

Según tono de piel

Aunque el blanco sigue siendo el color por excelencia para vestidos de novia, existe un universo de matices que se adaptan mejor a las personas de acuerdo a sus distintos tipos de piel.

Por ejemplo, si eres de tez clara, rosada o algo pálida, te favorecen tonalidades como marfil, beige, los colores ligeramente plateados y el rosé. Independiente de tu color de pelo, es la piel la que manda en este ítem.

A las de tez morena, en tanto, les acomodan más los tonos fríos derivados del blanco, con tintes levemente azulados, como el blanco puro, el blanco nieve y el blanco hielo. Todos ellos, matices muy elegantes para lucir sensacional.

De acuerdo al estilo de matrimonio

Si eres una novia clásica y te decantarás por un vestido vaporoso con larga cola, tu mejor elección será un blanco pulcro para eclipsar miradas en tu gran día. No obstante, si estás pensando en un atuendo de inspiración vintage, colores como el champaña, el latte o el ocre serán todo un acierto.

Por otro lado, los matices grisáceos, nude y blanco crudo son recurrentes en los vestidos de novia hippie chic o boho, mientras que el rosé es perfecto para quienes desean sentirse princesas.

Ahora, si te inclinarás por una decoración de matrimonio campestre, entonces perfectamente podrás apostar por un vestido estampado con motivos florares, idealmente en tonos pasteles.

Los colores alternativos al blanco, a su vez, son muy adecuados para quienes buscan vestidos de novia para el civil o un traje para segundas nupcias. En estos casos, por ejemplo, cuando las ceremonias se realizan en el propio hogar, tonos como el vainilla o el crema resultan muy apropiados.

Considera tus propios gustos

Más allá de lo que veas en catálogos, no dejes de lado tus propios gustos y, por ejemplo, si te fascina el turquesa y tu armario está repleto de prendas de ese color, encuentra la forma de incorporarlo a tu outfit nupcial.

Puede ser a través de una gran lazada en la cintura o una sobrefalda de tul, aunque cada vez hallarás más diseñadores que apuestan por este tipo de colores. Es decir, no tendrás que modificarlo tú misma.

Por otro lado, si tu estilo es gótico, punky o rockero, entre otras corrientes, siempre podrás elegir un traje con notas en color negro o enteramente negro para intercambiar tus anillos de oro. De hecho, lo correcto es no perder la identidad para vestirse de novia.

¿Qué dicen las tendencias?

Si te gusta estar en sintonía con las últimas tendencias, entonces un vestido en living coral será tu mejor opción. Corresponde al color Pantone 2019, que es posible encontrar en la moda nupcial cada vez con más fuerza. Un color fresco, juvenil y vibrante que te hará lucir hermosa, ya sea que lo elijas en un traje completo o solo con aplicaciones en coral.

Y aunque el living color marcará las pautas durante todo el año, los diseñadores también se inclinan por otros colores para vestir a las novias, por ejemplo, celeste, rosado y vainilla, así como piezas con destellos en dorado y plateado.

Sea cual sea el que escojas, los cierto es que el abanico cromático se expande este año para seducir a aquellas novias que buscan algo diferente.

Consejos de expertos

Por último, un tip infalible para elegir el color de tu vestido y no fallar en el intento, es asesorándote por profesionales, a quienes encontrarás en las distintas tiendas o boutiques donde cotices vestidos de novia.

Por lo mismo, si quieres conocer o probarte derechamente algunos vestidos de novia 2020, es fundamental agendar una cita, de modo que puedan garantizarte así una atención personalizada. Y en base a su experiencia, ellos sabrán guiarte respecto a los colores o matices que más te favorecen.

¡Ojo! Recuerda elegir primero el color de tu vestido, luego el diseño y entonces podrás centrarte en el peinado de novia y otros complementos. Ahora, si te decides por un vestido enteramente en otro color que no sea blanco, entonces procura que no se confunda con un vestido de fiesta. ¿De qué manera? Incorporando elementos nupciales como, por ejemplo, el velo o una cola.