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Matrimonios

12 comentarios que nunca hay que decir a los novios en su gran día

Aunque lo habitual es llenarlos de halagos y felicitaciones, no falta el invitado sin filtro al que se le escapa un comentario fuera de lugar. Por las dudas, revisa a continuación las frases que jamás debes pronunciar en un matrimonio.

Luis Bueno Fotografía

Así como no deberías elegir vestidos de fiesta en color blanco, ni emborracharte o llevarte a casa las flores de la decoración para matrimonio, tampoco debes descuidar lo que le dices a los novios en su gran día. Y es que quizás, sin la intención de ofender ni mucho menos, termines incomodando a los recién casados con algún comentario desubicado. Además, ellos solo querrán inundarse de buenos deseos y frases de amor, pero en ningún caso de opiniones desafortunadas de tu parte. Apunta este listado para que no te ocurra.

1. ¿Para qué se casaron? 

La decisión de contraer matrimonio es algo muy personal y nadie debe cuestionarla más que la propia pareja. Por lo tanto, mejor reserva para otro días tus reflexiones sobre el amor y dedícate a compartir la felicidad con los flamantes esposos.

PhilipMundy Fotografía

2. ¿Cuánto dinero gastaron?

Si ya es evidente que los novios han hecho una inversión, desde arrendar el centro de eventos hasta encargar los encintados de matrimonio, entre muchísimas cosas más, los detalles relativos al dinero no tienen por qué importarte. Además, inmiscuirse en el bolsillo ajeno siempre es de mala educación, más aún, hablar del tema en medio de una fiesta.

3. Y los hijos, ¿cuándo? 

Si recién se están casando, preguntar sobre la futura descendencia está totalmente demás. Sí, porque los novios quieren disfrutar su momento y vivir esta etapa sin presiones. Aparte, tener o no tener hijos, o tenerlos pronto o más adelante, es una decisión que compete exclusivamente a la pareja y a nadie más. Respeta sus tiempos y no los estreses con preguntas incómodas.

Luis Bueno Fotografía

4. Ojalá no te arrepientas

Si el novio no te simpatiza, al menos por ese día en que intercambiaron sus anillos de oro,finge que te cae bien. Al final, es la novia quien lo ha elegido para compartir el resto de su vida, así que no le tires mala onda.  

5. ¡Y de blanco la patuda!

Aunque este dicho es bastante común y divertido, según el contexto en que se diga, mejor ahórrale un mal rato a la novia y evita tirarle tallas de ese estilo. Y, a propósito del vestido, tampoco se te ocurra criticarle su elección. Seguro que se pasó meses enteros buscando vestidos de novia estilo princesa, así que lo que menos necesita es que alguien la insegurice con comentarios desubicados. Mejor llénala de halagos y destaca lo hermosa que se ve.

Vale Reyes Fotógrafa

6. ¿Y cuántos años tienen de diferencia? 

Es de muy mal gusto consultar sobre la diferencia de edad. Por lo tanto, en vez de perder el tiempo en preguntas indiscretas, mejor dedícate a celebrar con los novios.

7. ¿Me puedo quedar con el ramo?

No comprometas a la novia a que te regale el ramo, ni intentes alguna estrategia para que éste caiga a tus manos cuando lo lance. Si te pones en ese plan, lo único que conseguirás es ponerla más nerviosa.

Estudio Zen

8. ¿Por qué no invitaste a Pedrito?

La lista de invitados es de lo más complejo de armar, así que no cuestiones por qué no ha sido invitado tal amigo o compañero de trabajo. Tal vez haya sido por economizar recursos o por darle el cupo a una persona más cercana. Sea cual sea la razón, no te incumbe, así que no incomodes al novio con ese tipo de consultas.

9. Me hubiera gustado sentarme en otra mesa

Si no quedaste conforme con tu ubicación, no se te ocurra reprochárselo a los novios en ese instante. Cuadrar las mesas siempre es complicado y seguro más de un invitado tendrá que compartir la cena con personas que no son de su agrado. ¡No te amargues y disfruta! Además, si les pides a los novios que te cambien de puesto, en ese minuto no conseguirás más que angustiarlos.

Macarena Cortes

10. Por fin te lograron amarrar

Otro comentario desatinado, pues alude al pasado del novio, ya sea a su historial amoroso o a sus pocas ganas de comprometerse. Además, lo que haya hecho en su vida no tiene por qué ser tema y, menos aún, durante el matrimonio.

11. ¿Por qué no hiciste la fiesta en otro lugar?

¡Las comparaciones son odiosas! Ya sea si eligieron darle un toque urbano u optaron por una decoración de matrimonio campestre, lo cierto es que cada pareja tiene sus gustos y su propia propuesta de lo que desean para la celebración. Por lo tanto, evita comentarios del tipo “yo en mi boda” o “en la fiesta de Juanita hubo tal cosa”. A la novia, especialmente, le molestará que comparen su matrimonio con el de otras personas, ya que es su gran día y nada más debe importar. 

12. ¿Con qué régimen patrimonial te casaste?

No es necesario entrar en detalles económicos de ese tipo. No al menos en el día de la boda, donde los novios solo quieren disfrutar y compartir la felicidad de su enlace con sus seres queridos.

¡Ya lo sabes! Por más que quieras dar una opinión de buena fe, no pienses en criticar el lugar, ni los adornos de matrimonio, ni mucho menos, el look de la contrayente, que de seguro dejó los pies en la calle buscando vestidos de novia para su gran día. Como invitado/a, únicamente remítete a pasarlo bien y ya habrá tiempo más adelante para ahondar en otros temas.