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Matrimonios

Tips para limar las diferencias entre las familias de los novios

Hay ocasiones en que las diferencias entre familias pueden crear situaciones no tan fáciles de resolver, especialmente cuando queremos además de conocerse se lleven bien, por ejemplo, para el día del matrimonio. Hoy les dejamos unos tips que les serv

Fotogenia

 

Hoy en día cada vez es más común que el amor pueda unir a dos personas de mundos distintos, distintos estilos de vida, visiones e incluso de nacionalidades o religiones, lo cual nos puede ofrecer experiencias muy enriquecedoras para conocer otras formas de mirar la vida y cultivar valores como la tolerancia y el afecto desinteresado.

Para lograr sacar el lado positivo de esas diferencias y conseguir una relación más armónica no hay una receta fija, pero si aplicamos la paciencia y buscamos modos de hacer positivos esos encuentros podremos ayudar a limar asperezas y poder disfrutar de lo bueno de las dos familias. Para ello, les dejamos algunos tips útiles a tener en cuenta:

 

Pablo Saró Fotógrafo

 

  • Presentar las familias antes del matrimonio. Siempre será bueno hacer un encuentro previo de las familias para conocerse y cercarse en un ambiente cálido y distendido, dejando atrás las formalidades e invitándolos a ser partícipes de la felicidad de la pareja como personas importantes de sus vidas. 
 
 
  • No forzar las cosas. A veces los prejuicios nos pueden jugar una mala pasada y pensar que por tener características diferentes quizá pueda haber roces, por lo que siempre será bueno dar una oportunidad a que se dé un acercamiento natural y sin pautas prefijadas. A veces la sorpresa puede ser muy positiva. 
  • Buscar intereses comunes. Seguro que por muchas que sean las diferencias habrá intereses comunes que puedan compartir en una conversación amena, como los viajes, los deportes, las comidas, aficiones, etc. Si investigamos un poco y conversamos con nuestra pareja sobre este aspecto, seguro que encontramos algunas cercanías y similitudes. 
 
 
  • ¿Y si hay diferencias políticas o religiosas? En caso de que se presenten diferencias muy insalvables en este sentido, una buena idea es que cada uno converse con su familia y los prepare para esos puntos que pueden resultar verdaderamente conflictivos: como en una reunión familiar no vamos a arreglar el mundo a nuestro gusto, será un gesto de buena voluntad el no sacar esos temas más difíciles de llegar a un acuerdo. 
  • Centrarse en las cosas importantes que sí comparten. Si los hijos de estas dos familias han decidido compartir sus vidas, seguro que tiene que haber puntos en que encuentren afinidad o interés: como bonitas historias o anécdotas de familia, la parte positiva de la relación entre ellos y los valores que pueden tener en común. 
 
 
  • Dar un aire acogedor. Los aspectos externos también pueden ayudar a que se dé una buena relación cuando intuimos que las relaciones pueden ser tensas: una rica comida preparada por la pareja, una música que invite a la relajación o un entorno acogedor puede ayudar a mantener los ánimos en su aspecto más positivo. 
  • Respeto. En toda relación lo esencial es el respeto, por lo que si no se logra entre las familias una gran simpatía, hay que poner en valor la idea de que el respeto es la base esencial para compartir momentos tan importantes como el matrimonio de los hijos y que, en el fondo, no es obligación que tengan una relación cercana, pero sí transmitir una sensación de cordialidad cuando les toque compartir momentos tan bellos e importantes. 
 
 
  • Aceptar la diversidad. No siempre las situaciones y las personas son exactamente como nos gustarían y muchas veces ese aspecto de frustración está en el origen de los conflictos. Por eso, debemos reflexionar nosotros e invitar a reflexionar a nuestros seres más queridos sobre el viejo dicho de que ‘hay de todo en la viña del señor’ y que con buena voluntad y aceptando las diferencias siempre podremos encontrar un aspecto positivo en las personas. 
  • Saber poner límites. Siempre desde la educación, hay actitudes negativas que se pueden neutralizar con delicadeza y tacto, no entrando en posturas conflictivas y dejando claro los límites de las instancias que se quieren compartir. No hay que olvidar que en el matrimonio ustedes son una nueva familia con sus propios criterios y horizontes.

 

Dianne Díaz Fotografía