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Matrimonios

7 personas que los ayudarán a desestresarse en los preparativos

Aunque organizar el matrimonio será un proceso lleno de momentos felices, también habrá algunos en que los invadirá el estrés. Afortunadamente, cuentan con varias personas que los ayudarán a reponerse. ¡Descubran quiénes son!

Gonzalo Vega

Desde el día en que se comprometan, comenzarán a recorrer un largo camino que tendrá de todo: ilusión, emoción, una cuota de ansiedad y también momentos de estrés. Y es que para todos no es tan simple compatibilizar la organización de la boda con el trabajo.

En otros casos, puede que el presupuesto no les cuadre o, simplemente, les angustie la idea de casarse en tiempos de pandemia. Sea cual sea la razón que les genere el estrés, la buena noticia es que podrán recurrir a distintas personas para recobrar la calma. Puede que ya lo sepan, pero, para que no queden dudas, se las enumeramos todas a continuación.

1. Los padres y madres

El apoyo de los padres es incondicional y así lo será también durante los preparativos del matrimonio. De hecho, si no los eligen de padrinos, que es lo más común, igualmente los ayudarán en diversas tareas. Por ejemplo, encargándose de seleccionar los encintados o recuerdos para los invitados. Pero no solo les aliviarán la carga en el sentido práctico, sino también emocional al ser una contención. Cuando tengan un mal día o la ansiedad los agobie, una visita a sus padres será la mejor solución.

TakkStudio

2. El/la mejor amigo/a

El amigo de toda la vida es el que está en las buenas, en las malas y también en los momentos de estrés. Por lo tanto, otra persona que los ayudará a relajarse en los preparativos de la boda, es precisamente el mejor amigo o amiga. Sobre todo, si es de alma fiestera o ingenioso para inventar panoramas.

La organización del matrimonio ocupará gran parte de su tiempo. Es verdad. Pero también es importante que se distraigan, conversen de otros temas o salgan de paseo. Y para lograr esa cruzada, el mejor amigo o amiga será una pieza clave.

3. El/la compañero/a de trabajo

Siempre hay un compañero de trabajo que es más cercano, con el que almuerzan o con el que se pasan al happy hour al concluir la jornada laboral. Un personaje que igualmente los ayudará a desestresarse, ya que con él o ella tendrán en común los temas propios del trabajo y, por lo tanto, se desconectarán de los preparativos nupciales.

Loica Fotografías

4. El/la sobrino/a o hermano/a chico/a

Los niños traspasan pura alegría, la cual también les servirá para aliviar los nervios y la ansiedad en los meses previos al matrimonio. Por lo tanto, si no tienen hijos, inventar panoramas con el hermano chico o con los sobrinos será una estupenda idea. Desde improvisar un picnic en el jardín de la casa, hasta organizar una tarde de películas o videojuegos. Se inyectarán de energía y liberarán tensiones tras pasar un rato agradable con los más pequeños del clan familiar.

5. El/la wedding planner

Si hay alguien que por mandato los ayudará a desestresarse, ese es justamente el o la wedding planner. Y es que si contratan los servicios de este profesional, dejarán en sus manos la organización del matrimonio, desde la logística hasta la puesta en marcha, a sabiendas de que todo saldrá perfecto. De hecho, se mantendrán al tanto de los avances, pero tendrán todo el tiempo para enfocarse únicamente en sus vestuarios y en planear la luna de miel.

Daniel Esquivel Fotografía

6. El cura

Aquellos novios que se casarán por la iglesia y que son creyentes, quizás encuentren la calma en conversaciones íntimas con el sacerdote. Muchos curas ofician las charlas prematrimoniales o, de lo contrario, siempre podrán recurrir a uno -ya sea el que los casará u otro-, para recobrar el centro en días en que se sientan sobrepasados.

7. Un terapeuta

Finalmente, si los preparativos nupciales les están pasando la cuenta, a tal punto de que les ha cambiado el humor o están peleando entre ustedes, no tengan miedo de solicitar hora con un sicólogo. Es normal que se sientan agobiados y pedir ayuda es lo mejor que pueden hacer. Lograrán relajarse y seguir adelante con la organización de la boda, con la misma actitud que el primer día.

Aunque disfrutarán del proceso, tarde o temprano les llegará una cuota de estrés, más aún, cuando cada vez falte menos para el gran día. Sin embargo, en vez de angustiarse o desesperarse, ahora ya saben que podrán recurrir a distintas personas que los ayudarán a alivianar esa presión.