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Matrimonios

Qué hacer cuándo se cancela un matrimonio

Aunque es el escenario que nadie desea imaginar, conviene tener ciertas pautas sobre qué hacer en caso de suspender el enlace nupcial. Será un momento muy emocional, en el que además tendrán que actuar con la cabeza fría.

Si elegir el vestido de novia y seleccionar la decoración para matrimonio ya es estresante para algunas parejas, deshacer todo lo que han armado lo será más todavía. Y es que nadie quisiera tener que devolver los anillos de matrimonio, sin embargo, las razones pueden ser múltiples. Desde factores económicos, enfermedad, dar prioridad a un tema familiar o, el motivo más común, terminar la relación y romper el compromiso.

Cualquier sea el caso, además de dar aviso en la iglesia y/o registro civil, hay una serie de procesos logísticos que tendrán que ejecutar. Les facilitamos la tarea con esta práctica guía.

Informar a los invitados

Si ya enviaron los partes, deben avisar a sus familiares y amigos lo antes posible que el enlace se canceló. Pueden hacerlo mediante un llamado telefónico, una nota entregada por mano o una comunicación online, sin ahondar por supuesto en las razones que motivaron la suspensión. Eso sí, también pueden pedir ayuda a sus padres o padrinos para que se encarguen de esta labor si ustedes no se sienten preparados por la carga emotiva que implica este proceso. Lo importante es que se informe de inmediato, de manera de frenar que los invitados sigan enviando regalos o comprando sus atuendos.

Qué hacer con los anillos

Es relativo según dónde los hayan comprado. Y es que así como algunas tiendas no permiten devoluciones, otras ofrecen esta alternativa siempre y cuando los anillos sean devueltos en su embalaje original y en las mismas condiciones en que fueron recibidos. Ahora, si en la joyería donde adquirieron las alianzas no corre esta garantía, entonces podrían cambiarlas por alguna otra joya, al menos, para no perder el dinero invertido. Les costará menos, en todo caso, si la pieza no está personalizada.

Devolución de regalos

Lo más pronto deben dar aviso a la multitienda en la que tienen su lista de novios para ver de qué forma proceder. Lo más común es poner fin al contrato en ese instante, con el consecuente reembolso de los dineros abonados, ya sea a los novios o directamente a los invitados según el monto de cada regalo adquirido en el catálogo. En algunos casos puede que los novios reciban también algún tipo de penalización. Por su parte, con respecto a los adornos que ya habían comprado, como centros de mesa o paquetes de cotillón, lo más probable es que puedan devolverlos sin problema, puesto que no se usaron.

Avisar a los proveedores

No solo al centro de eventos y a la banquetera, sino también al fotógrafo, DJ, peluquero, maquillador, orquesta, etcétera. Ya que estos profesionales trabajan con un calendario muy ajustado y reservas hechas con bastante anticipación, no todos podrán llenar el espacio si la cancelación se realiza muy encima de la fecha. Por eso es que en el contrato generalmente incluyen una cláusula de que, en caso de cancelación, el dinero de la reserva no se devuelve y el resto se renegocia. Eso sí, hay otros proveedores con los que les costará menos, como en el caso de que aún no hayan retirado las flores o la torta de matrimonio, por ejemplo, o en el servicio de arriendo de vehículos. De cualquier forma, no paguen nada sin antes revisar los contratos firmados previamente.

Rodearse de afectos

Ya una vez resueltos los trámites, devueltos los arreglos y detenido el matrimonio, llegará el momento de preocuparse por sus emociones y, para ello, no encontrarán nada mejor que rodearse de sus familiares y amigos más cercanos. Aunque muchos querrán aislarse y encerrarse en la habitación sin ver a nadie, lo mejor es hacer todo lo contrario. Tampoco necesitan rodearse de veinte amigos, pero sí de los más íntimos, pues serán ellos la mejor terapia para entender que el mundo no se acaba. Sean optimistas, escuchen consejos, despejen su mente, salgan a la calle y, por sobre todo, no se sientan avergonzados. Sea cual sea el motivo por el que la boda no se realizó, al final todos los cambios son señal de tiempos mejores.

Liberarse

Por último, por nada intenten reprimir sus emociones por no mostrarse débiles ante el resto. Todo lo contrario; lloren, griten, pataleen o desahóguense como mejor les resulte. Incluso, dense la oportunidad de conversar con su ex cónyuge si consideran que es importante para cerrar este capítulo. Lo fundamental es que liberen esas emociones y así sortearán este trago amargo más temprano que tarde.

Devolver el anillo de compromiso, si es que lo hubo, es el primer paso de muchos que tendrán que dar, comenzando por avisar a sus invitados antes de que compren sus trajes y hagan planes. De cualquier forma, cancelar el matrimonio no es el fin del mundo, así que lo esencial es no perder el centro y confiar en que saldrán adelante.