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Matrimonios

Cursos prematrimoniales: todo lo que deben saber

Si han escogido consagrar su amor bajo las leyes de la Iglesia Católica, entonces deben prepararse según ésta lo indica. Para ello, las charlas prenupciales son un paso que no se pueden saltar.

Mi Fotito

El matrimonio religioso es tan bello como simbólico, pero también conlleva ciertas obligaciones por parte de los contrayentes. Y es que además de contar con el certificado de bautismo y dos testigos, los novios deben presentar en la iglesia donde contraerán el sacramento el documento que acredite que asistieron a las charlas prematrimoniales. Si no están enterados, aquí les contamos en detalle de qué se trata este ítem indispensable para avanzar en su camino hacia el altar.

¿En qué consisten los cursos?

Las charlas prematrimoniales son un requisito obligatorio para que las parejas puedan contraer el sagrado vínculo por la Iglesia Católica. A través de exposición teórica y práctica, los monitores se adentran en diversas temáticas que atañen a los futuros marido y mujer, como la comunicación en la pareja, la sexualidad, la planificación familiar, la crianza de los hijos, la economía en el hogar y la fe. Todo ello, desde una conversación profunda y sincera, en un espacio de reflexión. También se realiza lectura de la Biblia, resolución de problemas y otras metodologías que tienen como fin orientar a los contrayentes en esta nueva etapa bajo los valores y principios compartidos por el catolicismo. El curso debe tomarlo toda pareja en la que uno de sus miembros pertenezca a esta religión. Es decir, tanto si son dos católicos o bien, un católico y una persona de otro culto, ateo o agnóstico.

¿Con cuánta anticipación deben tomarse?

Es recomendable que los novios se inscriban en las charlas de formación entre ocho a diez meses antes del matrimonio. Así tendrán listo el trámite con anticipación y contarán con tiempo suficiente ante cualquier imprevisto que surja en el camino.

¿Cuánto tiempo duran los cursos?

Son cuatro sesiones de aproximadamente 60 a 120 minutos cada una, las que se imparten grupalmente a parejas de novios, aunque por lo general no son más de tres. El objetivo es generar un ambiente íntimo y de confianza, por lo que un número superior dificultaría el trabajo personalizado. Al finalizar las charlas, se les entrega a los contrayentes un certificado que deberán presentar en la parroquia o iglesia donde se tramite el expediente matrimonial.

Felipe Arriagada Fotografías

¿Quiénes lo imparten?

Las charlas prenupciales son dictadas por catequistas que son marido y mujer, quienes han sido preparados especialmente en la parroquia para asumir esta labor sin retribución más que la satisfacción de compartir sus conocimientos y experiencias con otros. Además de los novios, en ocasiones se solicita que también vayan los padrinos a uno o dos encuentros; mientras que, por parte de la iglesia, es posible que también participe el curita en alguna reunión. Incluso, hay algunos casos en que las cuatro charlas las imparte un sacerdote.

¿Dónde se realizan?

Aunque depende de cada iglesia, templo o parroquia en particular, existen dos modalidades que son las más habituales: en casa de los monitores o en la parroquia misma. Generalmente, para esta última opción se condensan las cuatro sesiones en una jornada completa de fin de semana. Al momento de inscribirse, los novios podrán elegir la opción que más les acomode.

¿Cuál es el valor?

Las charlas prematrimoniales no tienen un precio determinado, ya que depende de la modalidad que adopte cada iglesia, templo o parroquia. De todas maneras, generalmente se trata de una cooperación voluntaria que entregan los contrayentes a la institución religiosa. Usualmente tiene que ver con un aporte económico para mejoras en el lugar, ya sea para infraestructura o implementos, entre otras cosas. Sin embargo, también existen los casos en que los novios colaboran con leche en polvo, por ejemplo, para niños de un hogar que esté ligado con la parroquia o capilla.