A la hora de contratar servicios para el matrimonio, el fotógrafo es uno de los más importantes pues, del resultado que se obtenga, dependerá el recuerdo con que se inmortalizará un gran día.
Por eso, antes de inclinarse por uno u otro, conviene revisar distintos portafolios, comparar presupuestos y aclarar ciertos puntos, como el estilo de fotografía que trabaja, cuántas personas componen el equipo, si cuenta con movilización propia, si cubre otros eventos el mismo día y cuánto demora en entregar el producto final.
Debido a la demanda, se recomienda contratar al fotógrafo con al menos dos meses de anticipación. La mayoría cobra por evento y ofrecen paquetes matrimoniales que, por lo general, incluyen desde la preparación de la novia, hasta el final de la fiesta; aunque también hay quienes cubren desde la ceremonia en adelante. Dependerá de lo que se negocie en cada caso.
Eso sí, al menos una reunión previa al matrimonio es necesario que se gestione entre fotógrafo y los festejados. Será la instancia, además, para conectar desde un punto de vista emocional y afinar detalles.
Fotografía y video para matrimonio en Santiago
La tendencia hoy en día es contratar productoras que ofrecen conjuntamente los servicios de foto y video. Por lo tanto, es probable que el staff aumente a un promedio de tres a cuatro personas, incluyendo fotógrafo, camarógrafo, asistente de iluminación y productor audiovisual, entre otros integrantes del equipo.
En ese sentido, de un valor promedio desde $250.000, solo por fotos digitales y análogas, se podría doblar el precio incorporando la opción de video, especialmente si se incluyen sistemas de grúas y drones para tomas en altura.
Además de lograr una concordancia en el material registrado, lo bueno de contratar ambos servicios juntos, es que permite ahorrar tiempo y, en algunos casos, acceder a buenas ofertas y promociones.
Los mejores estilos de fotografías de matrimonio en Santiago
Además del estilo tradicional que se trabaja en la mayoría de los matrimonios, también existen otras tendencias, como fotografía artística, documental, fotorreportaje, editorial o fotografía de autor. Dependerá de cada pareja cómo desea eternizar su matrimonio, aunque los profesionales siempre estarán dispuestos a asesorar a sus clientes.
Por otro lado, es necesario acordar el formato en que será entregado el material. Por ejemplo, cuántas fotos se recibirán impresas, ampliadas, como parte del clásico álbum nupcial o en el photobook, así como cuántas a través de DVD, pendrive o formato Blu-ray, entre otras opciones.
Ahora, también es posible contratar servicios adicionales, como una sesión preboda (semanas o días antes del matrimonio), una sesión first look (a primera hora del día del matrimonio) o una sesión postboda (con los trajes de novios). Cualquier de estas alternativas, por lo general, se encuentra entre los servicios que ofrece un fotógrafo y su equipo.
E incluso, si lo que se busca es algo más extremo, los novios podrán sellar su gran día con una galería de imágenes trash the dress. Esta última, sesión en la que no importa qué tan arruinado termine el vestuario, pues se conseguirán postales de película. Algunos lugares recurrentes para tomar estas fotos son la playa, el bosque, un campo abierto o unas dunas.