Es difícil escribir una opinión generalizada del centro de eventos. Si el coordinador Giovany Ponce estuviera a cargo desde el principio, es decir, promoción, venta y coordinación del evento, la calidad sería mucho mejor y lo recomendaría. Lo que partió mal, se fue arreglando gracias a él. En la primera visita la vendedora del evento M nos ofreció todo lo que queríamos, prometiendo cerrar espacios exclusivos y mostrándonos un salón que jamás podría haberse usado ni en fase 3 ni 4 para nuestra cantidad de invitados.

Para la degustación, 2 semanas antes del matrimonio, fueron muy inflexibles en la fecha y horario, poniendo como restricción realizarla el fin de semana, por lo que tuvimos que pedir un día libre en nuestros trabajos con el consecuente descuento de horas trabajadas, situación que nunca fue advertida previo a firmar el acuerdo.

Cuando llegó el día de la degustación, nos atendieron media hora más tarde y la vendedora se ausentaba constantemente respondiendo que ella sólo estaría 1 minuto con nosotros, privándonos de aclarar todas las dudas que teníamos, incluso el gerente y la misma vendedora nos negaron realizar el cóctel en el lugar que nosotros queríamos y que lógicamente estaba en el contrato ya pactado, poniendo en duda nuestra palabra.

En cuanto a la comida, el día de la degustación fue todo impecable, de primer nivel con el chef presente, pero el día del evento los sabores, cantidad y calidad distaban mucho de lo ofrecido. Nosotros pactamos upgrade en el buffet de postres para todos los invitados, y nadie nos advirtió que la cantidad era excesiva para el número de invitados y se perdieron muchos. Por lo que la vendedora no orienta para tomar estas importantes decisiones.

Para rematar a 5 días del matrimonio, M me llamaba para cambiar el lugar a una carpa/toldo emplazada en el pasto contigua a otro salón que nosotros no conocíamos. Este lugar según fotos que ella envió, no tenía iluminación ni pista de baile, lógicamente no aceptamos. El único punto a destacar y valorar positivamente, es el profesionalismo del coordinador del evento Giovany Ponce que conocimos un día antes del matrimonio.

Con él pudimos resolver todas las dudas que teníamos y llegado el evento se esmeró en cumplir a cabalidad todo lo solicitado en la reunión previa, cumpliendo los tiempos estipulados incluso con el atraso inherente a este tipo de eventos. Se le vio personalmente, no sólo coordinando sino que también atendiendo a los invitados, sobre todo a los niños con una gran amabilidad y simpatía.

El servicio de DJ e iluminación, también lo recomendamos, ya que al ser una empresa externa se preocuparon de contactarnos personalmente para cumplir con todos nuestro gustos musicales, incluso creando playlist exclusivas para nosotros. En resumen, la vendedora no es un aporte y no orienta correctamente en la planificación del evento, la comida es de menor calidad que la ofrecida en la degustación, pero el coordinador se esfuerza en remediar todas las falencias previas.

Si son novios ocupados que no tienen mucho tiempo para perder en conflictos, organizados y que buscan calidad superior por el precio pagado esperando tranquilos poder disfrutar de su matrimonio, no lo recomendamos para nada. La vendedora está lejos de ser una weeding planner, como ella se presenta.

Lejos la mejor decisión hacer nuestro matrimonio en Sta Martina. ¡Cumplieron todas nuestras expectativas y más!

La anfitriona estuvo atenta a todos los requerimientos que pedimos antes y durante la celebración. La cena, mozos y fiesta fue impecable. Cumplieron con todo lo ofertado. Totalmente recomendable.

Conocimos a la Hacienda Santa Martina en una Expo novios en Casa Piedra, desde el primer contacto que fue con María José, se mostró muy amable y sincera, además de una buena disposición para responder todas nuestras dudas e inquietudes. Buscamos muchos lugares, pero este nos gustó por el espacio, rodeado de naturaleza, la exclusividad del salón natura y por los beneficios adicionales.
Antes de cerrar el contrato fuimos varias veces a ver la hacienda, pero en mayo 2019 cerramos el contrato casi 10 meses antes del matrimonio, y de ahí seguimos en contacto con María José, hasta que ella nos informa que ya no trabaja en la hacienda y nos derivan con Marianne, con quien coordinamos los últimos detalles.
Nos contactamos con el Dj (Diego), el cual es excelente, nos reunimos dos veces y vimos todos los detalles que queríamos para nuestro matrimonio. Luego nos juntamos con Tania de decoración Los gnomos, la cual sabe mucho y nos entendió perfecto lo que queríamos. Realizamos la degustación, y fue realmente buena, yo quería un plato clásico, pero con algo que sorprendiera y el chef lo logró.
Ya a dos días del matrimonio, nos dieron el contacto del coordinador Cesar, con quien nos juntamos y vimos todo el itinerario.
El día del matrimonio, estaba todo excelente y coordinado, llegamos y teníamos nuestro coctel, los tragos y el servicio. Ya cuando nos juntamos con los invitados, el lugar estaba maravilloso adornado, con todo lo que habíamos preparado (ej, árbol huellas, espejo mágico, kits, etc.), todos halababan el coctel, abundante y exquisito, y los tragos. Cesar estuvo con nosotros en todo momento, indicándonos todo lo que venía según el itinerario (ya que como novios uno anda en la luna). Cumplieron con todo lo prometido y más, mi matrimonio estuvo maravilloso, lo recomiendo 100 %.
Se le informó a los invitados que el camino era difícil, así que les recomendamos ir en van para que pudiesen disfrutar del matrimonio y así fue la mayoría.

Desde el primer momento nos atendieron excelente. Todo el servicio fue espectacular, y super preocupados de cada detalle. El día del matrimonio fue un sueño hecho realidad y cumplieron con todo lo que prometieron, una maravillosa experiencia.

Necesitaba escribir acerca de este lugar. Todo fue perfecto desde principio a fin. Las personas siempre estuvieron preocupadas de que todo saliera tal cual lo imaginamos, desde la decoración, el cóctel, la cena, los beneficios... ¡Todo! Desde Marianne que fue la que hizo todo los trámites, hasta Leo Candia, nuestro coordinador, que se pasó de lo atento y amoroso que fue. ¡Realmente me sentí como una reina de un cuento de hadas! ¡Muchas gracias a todos! Fue un hermosísimo matrimonio. ¡Cuando cumpla 10 años de casada volveré a hacer algo ahí!

Con mi ahora marido, buscamos muchos lugares pero el día que fuimos a la hacienda bajamos felices porque sentimos que ese era el lugar. Y para nuestra felicidad así fue, el equipo se portó un siete con nosotros, incluso en momentos de pánico, fue todo lo que soñamos para ese día. Además entregan montón de beneficios y cumplen con ellos. Marianne nos presentó super todo lo que sería el matrimonio en el lugar, César estuvo 100% con nosotros ese día. Incluso el personal, sobre todo un venezolano que no recuerdo el nombre me hizo sentir la reina de la noche, ¡toda la fiesta pendiente!
¡Según mi experiencia, recomiendo la hacienda para tener una hermosa boda como fue la nuestra!

Los tiempos fueron muy mal manejados, durante el cóctel llegó un momento en que se había acabado la comida y los tragos (raro, porque se bajaron varias personas a última hora y muchos no tomaban). Me quedé con la sensación de que, si bien te ofrecen muchas cosas, lo que realmente te sirven no es todo lo que dicen. Bueno, pasó bastante tiempo en que se acabara todo el cóctel y luego nos hicieran pasar al salón.
Durante la comida, primero que todo, los cubiertos (tenedores) tenían los dientes chuecos, pésimo. Segundo, se había acordado presentar un sorbete entre la entrada y el plato de fondo, para cambiar sabores (entrada marisco, plato de fondo carne), pero algo ocurrió en la cocina y tomaron la decisión de servirlo después del plato de fondo (algo ilógico, considerando el propósito que cumplía); para peor al servirlo, no era lo que nos habían ofrecido, sino un helado envasado, derretido y mal servido en cuchara de ceviche (ordinaria presentación). El plato de fondo se suponía que debía ser un medallón de lomo vetado con salsa de champiñones, pocillo con pastelera y verduras asadas (sólo espárragos y tomates cherry). Ellos colocaron las verduras que quisieron, además la pastelera no era la misma de la degustación y la carne tampoco (era desabrida). La presentación del postre fue bonita y el buffet de postres muy completo, nada que decir al respecto. Los tapaditos del trasnoche, consomé y cordero también muy buenos; sólo escuché comentarios buenos al respecto.
Nuestro fotógrafo nos hizo una proyección respecto a nuestras vidas que debía mostrarse durante el plato de fondo y mi marido les tuvo que avisar que se les había olvidado ya cuando se estaba casi por levantar los platos de fondo. No estaban lo suficientemente atentos a cada detalle.
Algo extraño fue que teníamos una torta hermosa de 4 pisos y cuando íbamos a acercarnos con mi marido para partir la torta, ellos ya lo habían hecho, porque se suponía que así funcionan allá (nunca nos dijeron eso).
Bar abierto, nos ofrecieron Pisco Alto del Carmen, Vodka Absolut Blue y Ron Añejo Havanna Club, el último lo tratamos de cambiar por whisky Johnnie rojo, pero nos cobraban $3.500 adicionales por persona. Así que decidimos comprar whisky por nuestra cuenta. Lo que ocurrió fue que al final en la barra nunca hubo ron añejo y había Johnnie rojo, considerando que nos habíamos reunido el día antes para llevar el cotillón y el whisky, nunca nadie nos indicó que no tenían disponible ron añejo. Pésima comunicación entre coordinadores y cocina o bar. Al final, nos hicieron gastar dinero de más comprando whisky extra.
Hacienda Santa Martina te obliga a utilizar como empresa decoradora Los Gnomos, con los cuales me reuní en varias ocasiones para coordinar que todo saliera bello, pero la decoración con la que me encontré no era lo que esperaba, si bien estaba lindo yo había solicitado que predominara el blanco y rosa en los arreglos, y me encuentro con mayoría de verdes, pésimo. Tiempo perdido de reuniones organizando la decoración. Además, solicité un espejo para colocar las listas de las mesas, y pusieron todos los carteles amontonados arriba dejando el resto del espejo vacío, porque se encontraba en el suelo y no se les ocurrió poner una base para darle altura y colocar las listas como correspondía (fea presentación).

El lugar es precioso, y tu evento se verá espectacular; pero una vez se les paga el contacto con los organizadores es realmente difícil. Consultas caen en oídos sordos, promesas de devolver el llamado se pierden, etc.
Tres distintos coordinadores tuvimos. Información nos llegó tarde y fuera de plazo.
De no ser por nuestra wedding planner se habrían desentendido de todo durante la fiesta. En cuanto ella se fue, el coordinador de Sta. Martina hizo lo mismo, el servicio bajó el nivel y el tipo que debía trozar la torta la destrozó, y no se sirvió a tiempo.
En conclusión: Pongan alguien a cargo que los vigile y todo debería salir bien.

Todo muy lindo. Realmente un matrimonio de sueño. El chef espectacular. La comida estaba buenísima y la presentación muy elegante. Linda la decoración y la atención de los mozos excelente. Quedamos muy contentos. El único pero creo que fue el DJ ya que no cumplió con lo que le habíamos pedido ni las canciones importantes pero aún así todo salió espectacular.

Es un lugar con una vista privilegiada, ubicado entre cerros y naturaleza para desconectarse de la ciudad. Respecto a la atención, realmente estamos muy agradecidos por el servicio que nos brindaron, a pesar de cambiarnos consecutivamente de ejecutiva consideramos que fue para mejor, ya que recibimos una excelente atención por parte de Marianee. Todo el personal que estuvo el día de la celebración realmente hicieron que efectivamente fuera un día único y recordado para nosotros. A todos los novios que deseen una celebración en grande, con una atención de calidad y con una vista espectacular, les recomiendo Hacienda Santa Martina.

Elegimos Santa Martina para nuestro matrimonio y fue la mejor decisión que pudimos tomar. El lugar es soñado, todos nuestros invitados quedaron fascinados y el servicio excelente. No tenemos palabras para expresar lo bien que se han portado con nosotros, pero sobre todo gracias por la mejor noche de nuestras vidas.

Puedo decir que todo el personal de la hacienda, así como, los proveedores con los que nos relacionamos (música e iluminación y decoración) fueron muy diligentes, y siempre tuvieron la mejor de las disposiciones. Nuestra ceremonia civil la realizamos en el exterior y quizá lo único que faltó fue mejorar la iluminación para la misma.

Aún cuando parece ser un lugar retirado para los que vivimos en Santiago, es un lugar que vale la pena por la belleza de sus instalaciones y terreno. Tuvimos la suerte de celebrar nuestra boda con un clima maravilloso y de día, lo que encantó a los invitados.

Feliz de haber realizado mi matrimonio en Santa Martina. ¡¡¡Gran equipo y excelente comida!!! Todo llegó en su temperatura.

Destaco del momento uno a Marianne, que resolvía mis dudas en todo momento siempre con la mejor disposición y autentica preocupación para que todo saliera bien, dando los mejores consejos y apoyo a una novia muy ansiosa.