El matrimonio de Gonzalo y Javiera en Concón, Valparaíso

La ceremonia civil fue muy linda, la jueza, a pesar de ser su último matrimonio del día, se tomó su tiempo y nos dedicó varias palabras que nos ayudarán a seguir este camino. Luego de las fotos en la playa, junto al atardecer, teníamos una sorpresa preparada para nuestros invitados en el cóctel. Los payasos del Festín de la Risa hicieron un show para nosotros que nadie se esperaba y así amenizamos la espera para la cena, con mucha risa y baile, los invitados participaron felices. Ya en la cena la comida estuvo exquisita, después supimos que había un par de vegetarianos más que no agregué, pero bueno se nos pasó creo.

Sacamos las fotos por mesa y repartimos nuestros recuerdos que hice junto con mis amigas, que me ayudaron con todos los detalles de las fotos, burbujas, arroz, recuerdos en las mesas, kit postcaña y demás. Empezó la fiesta y no pararon de bailar en toda la noche, la música estuvo tal cual como la pedimos, queríamos temas que fueran transversales a todas las edades de los invitados para que todos disfrutaran, nos faltaron las cuecas, se nos olvidó.

Tuvimos un buffet de postre que nos acompañó toda la noche, tiré el ramo junto con un regalo para quien lo recibiera, así como el novio tiró la caja de whisky. El animador o maestro de ceremonia se portó excelente, enganchó perfecto con los invitados y los motivó siempre a seguir bailando. Muchos se quedaron hasta el final de la noche, comieron tapaditos y consomé para reponer y a las 3.30 según lo programado la fiesta terminó. Como estábamos en el Mantagua Hotel, teníamos una habitación ahí mismo para nosotros así que nos consultaron que queríamos de desayuno, a qué hora y nos fuimos a descansar. Lo pasamos increíblemente bien y estamos felices de escuchar los comentarios de nuestros invitados de lo bien que lo pasaron, eso nos deja aún más tranquilos y agradecidos de que cada esfuerzo valió la pena y los recuerdos nos acompañarán por siempre.