El matrimonio de Gonzalo y Bernardita en Buin, Maipo

La crónica de nuestro matrimonio

Ambos tenemos familias grandes y queríamos compartir el sacramento de nuestro matrimonio con nuestros familiares y amigos, pero hacer un matrimonio para 250 personas es bastante caro, por lo que optamos por hacer un formato más relajado.

Un tío nos prestó su parcela en Buin y arrendamos por separado los distintos proveedores: flores para la iglesia, baños, carpa y mobiliario (lounges y mesas altas de bar), DJ que a la vez vio el tema de iluminación, banquetero que hizo cóctel, luego un foodtruck con sandwich de mechada y mesón de postres que complementamos con tortas que llevó mi suegra. Mi hermana hizo la torta de novios. Mi mamá hizo los recuerditos, con la ayuda de una amiga hicimos abanicos para el calor.

El coro estaba formado por amigos, mis hermanos decoraron un espacio con fotos nuestras y dejaron un libro para que los invitados nos dejaran mensajes, además, hicieron un código QR (en Never Miss Moments) para que los invitados subieran sus fotos y videos.

Para el calor, compramos esos vasos de agua con tapa de papel metálico para poner en la entrada de la iglesia, ¡y fueron furor! Yo usé el vestido de novia de mi hermana mayor y le mandé a modificar la parte de arriba, usé joyas que tenían mis hermanas y mi mamá, y fui a peinarme y maquillarme a la peluquería de toda la vida.