El matrimonio de Hernán y Maribel en Rancagua, Cachapoal

La crónica de nuestro matrimonio

No sé cómo explicarlo. Fue mágico, hacía mucho frío y nos casamos al aire libre pero no lo sentía. La calidez que me trasmitía Hernán lo podía todo.

Nuestros invitados fueron muy puntuales como lo pedimos, por lo que todo comenzó a la hora prevista. Cada detalle planificado se plasmó ese día. Aún no logro procesar todo lo que ocurrió en el matrimonio. Era como un cuento de hadas. Se alienaron todos los planetas, no creo que exista la perfección pero ese día, creo que era lo más cercano a ello.

Con mi esposo lo recordaremos por siempre, no solo fue alegre, divertido, sino lleno de emoción. Sentimos el cariño y afectos de toda nuestra familia y amigos. No sé quiénes estaban más contentos, ellos o nosotros. Lo que sí sé es que estará en nuestra memoria y corazones por siempre.