El matrimonio de Gerardo y Allison en Providencia, Santiago

La ceremonia comenzaría a las 17:30 y mi idea era estar cerca a las 17:40 por allá, tenía unas ganas horribles de tomar un mojito, ¡pese a que no tomo! ¡Lamentablemente no se pudo pese a que tratamos por todos lados, hasta un amigo trato de ir a un bar cercano, pero no tenían vasos y en el palacio aun no llegaban los bartender así que al final llego una cerveza 0° que de todas formas me ayudó! Vino la sesión de fotos, y cerca de las 17:25 llego el auto, nos fuimos con mi papá y para ser sincera no estaba nerviosa, me tomé algunas selfies y nos fuimos, llegamos aproximadamente a la hora que esperaba llegar. Mi papá se baja y se da la vuelta para ayudarme a bajar, pero justo llega el fotógrafo junto a su asistente, quien dice que no está listo que se demoraron en llegar y le dé unos minutos más, así que nos fuimos a dar una vuelta (nos fuimos a barrio Italia).

Acá quiero hacer un hincapié en esta situación ya que fue lindo el “paseo”, pero también en momentos se volvió incomodo, ya que, personas que quizá por su experiencia personal o solamente por hacerse los chistosos al verme gritaban ¡no te cases!, o que me hacían una señal de que estas muerto si te casas (pasarse el dedo por el cuello). Enserio, que es super violento y quizá no le toman el peso, pero si estas leyendo esto y ves a una novia no lo hagas, no tienen idea de cómo uno esta nerviosa, y solo quiere buena onda, cariño y sonrisas. Aunque también debo reconocer que los más y fueron muchos, eran super amables, me saludaban y tocaban la bocina, sonreían, me gritaban que me veía hermosa y muchas coas más que ahora no recuerdo, ya después de la vuelta, la verdad yo jure que fueron 10 minutos, ¡todos me dijeron que fue mucho más!

Había llegado el momento, me bajé del auto, me esperaban mis hermanas, mi hermano, mis pajes, mi tía… todos se veían preciosos y creo que ahí comenzaron los nervios. La verdad no recuerdo mucho, ni que canción se escuchó, ni en qué momento entré, solo veía muchos celulares y flashes, algunos rostros, solo tengo claro que comenzaron las lágrimas cuando vi a mi abuelo por línea paterna y aumentaron al doble cuando vi a mi abuela por línea materna, (este año perdí a mis otros dos abuelos). No me acuerdo de más hasta que llegué al altar y vi a mi novio, ¡se veía demasiado lindo! ¡El padre fue amable, dio una homilía hermosa y nos casamos!

¡Ya al salir, continuaba emocionada! La salida fue genial y no la cambiaría por nada. Sí debo comentarles que ese día había otro matrimonio en la misma parroquia, cosa que jamás supe hasta un mes antes que me llamó una novia y me informó. Fue una situación muy estresante, ya que el aporte “voluntario” que es el más caro de la región para que se hagan una idea, no sirvió y de todos modos hicieron más de una ceremonia por día, ya con los partes enviados todo listo decidimos adelantar nuestra hora de ceremonia, ya que la novia que se casaría después que yo, la misma que me había llamado, me había dicho que había tratado de casarse 3 veces y no le había resultado, empatizamos con su historia y accedimos a casarnos a las 17:30 y no 18:00 horas.

¡Volviendo a la salida, y al subirme al auto se acerca una mujer alta y rubia y me grita! ¡Le arruinaste el matrimonio a mi hija! Yo sin entender nada y totalmente descolocada, veo como se aleja y solapadamente se enconde atrás de un hombre, a lo que me doy vuelta y le digo con mucha tranquilidad, que le vaya bien a su hija, ahora ya, más en frío creo que esto fue por los 10 min que me había pedido el fotógrafo, que quizá causaron un retraso. Para más remate la misma novia que habíamos empatizado, no quiso compartir el gasto de flores (pese a que ambas queríamos flores blancas), ¡en fin! Así que apenas salimos nuestra florista tenía que sacar todas nuestras flores para que ella dejara las de ella, así que como consejo no se casen en un lugar que tiene más de una ceremonia. Está de más decir que lo que hizo la mamá de esa novia, mi vieja jamás lo hubiera hecho, ¡pero en fin! Ya en el auto fue genial, algunos amigos nos siguieron en sus autos, nos tocaron la bocina y fue hermoso.

Al llegar a la recepción, ya solo disfrutamos, comimos y bailamos. Hasta el momento todos los que han asistido me han dicho que fue una fiesta hermosa, ¡hicimos nuestra entrada por un segundo piso, que nadie espero! ¡Bailamos nuestro vals, y también baile una canción con mi daddy! Bailé con mis amigos y la gente que amo, creo que siempre habrá cosas que se pueden mejorar o perfeccionar a un ojo tan critico como el de uno, pero jamás estará todo bajo control, solo queda ver las fotografías, videos, escuchar los recuerdos de cada persona y atesorarlos como de uno mismo.

Eso es a grandes rasgos lo que les puedo comentar y espero les sirva o a lo menos los haya entretenido nuestra historia de boda (contada por mí, la novia).