El matrimonio de Gastón y María Paz en Ñuñoa, Santiago

El coro ese día estaba compuesto por 4 amigos, yo había cantado ya en varios matrimonios, pero ahora era el mío, y este grupo increíble nos apoyó con la música. La canción de entrada fue "Para tu amor" de Juanes, canción de un significado muy especial para nosotros. Nos acompaña ya desde el 6 de enero de 2006 cuando Gastón me pidió pololeo, también estuvo presente cuando me pidió matrimonio en mi cumpleaños, y ahora iniciaba este momento tan esperado por nosotros, yo lo único que pensaba era en caminar un poco más lento y no llorar. Hasta que lo vi y casi lloré, ahí estaba mi novio, esperando con su hermosa sonrisa que llegara a su lado.

La misa fue celebrada por un sacerdote amigo de mi suegro, una excelente persona, y sin duda fue un gran acierto, se preocupó de conocernos bien y ese día se notó, fue cercano y simpático, haciendo sentir bien incluso a los que no son de ir a misa, que más tarde nos comentaron lo buena que les pareció la ceremonia. Luego de la postura de las argollas llegaba el momento de la sorpresa, le cantaría "Desde ahora" (versión en español de “From this momento”, de Shania Twain). Esta sorpresa que planeaba con tanto miedo y amor a la vez, es que soy demasiado llorona y creía que no iba a lograr cantar sin llorar. Pero para sorpresa mía si lo logré, pude cantar, estuve cerca de quebrarme en un momento, pero lo logré y así como yo no lloré después supe que muchos si lo hicieron, pero lo más lindo de todo fue ver la carita de mi ahora esposo que se emocionó y se sorprendió tanto. La misa terminó, salimos y estaban mis amigas esperando con los pétalos de flores... y partimos raudamente al centro de eventos, el Mesón del Parque, no nos quedamos en la iglesia a saludar ya que teníamos que aprovechar el sol para nuestra sesión de fotos (a todo esto, nos tocó un día hermoso, a diferencia del día del matri civil que llovió a chuzos con tormenta y todo).

Llegamos al centro de eventos (ubicado dentro del Parque Mahuida) y Rodrigo nos fue guiando con la sesión de fotos, en las cuales aprovechamos la puesta de sol al máximo. Después de estos nos dirigimos a nuestra habitación privada para luego salir a saludar a todos los invitados e integrarnos al cóctel. Luego de esto pasamos al salón a sentarnos y así con el brindis iniciamos la cena (se nos olvidó por completo ofrecer la palabra a cada mesa para que nos dirigieran unas palabras, cosa que hasta ahora lamento, por si lo quieren hacer para que no se les vaya a olvidar coordínenlo sí o sí con alguien del local).

Toda la comida estuvo exquisita, solo recibimos comentarios positivos respecto a comida, bebidas y el centro de eventos en sí. Amaron el buffet de postres que nosotros entre la emoción y lo satisfechos que quedamos ni probamos.

El baile decidimos que fuera "I don't want to miss a thing" de Aerosmith, esto fue lo único que salió "mal", practicamos tanto, contando cada paso en los ensayos, y cuando estábamos bailando frente a todos nos dimos cuenta que el dj había puesto la versión normal de la canción, no la versión acortada que le pedimos, así que no quedó otra que improvisar. Nadie se dio cuenta, salvo nosotros, así que por último pasó desapercibido. Después bailamos "Falling in love" de Elvis Presley con nuestros padres y tíos.

Al llegar el momento del ramo hicimos una fila con todas las solteras que se fueron acercando a sacar una bolsita en donde puse una pulsera con el dije y su significado además de una llave. Cuando estaban todas listas con su llave les pedí que una a una trataran de abrir el candado para sacar el ramo de la jaula. Cuando vi esta idea pensé: “bueno, lo peor que puede pasar es que una de las primeras personas abra la jaula”, y así pasó, la soltera n°4 se llevó el ramo, pero esto no hizo que el momento fuera fome, siguió siendo especial y a todas les gustó. Después el novio me sacó la liga y la tiró con una caja de whisky, y un afortunado amigo la atrapó.

Después de esto llegó el cotillón y continuó la fiesta. La cabina fotográfica fue un acierto, estuvo 4 horas disponible y muchos invitados incluso mayores se fueron a sacar fotos. Allí nos dejaron mensajitos en un álbum. También en otro sector de la fiesta pusimos un árbol de huellas y al lado un libro para que nos dejaran un mensaje que leeremos en nuestro primer aniversario.

El último momento importante fue cortar la torta, la hermosa y deliciosa torta hecha con mucho amor por mi suegra, una amiga y mi cuñada. Y así siguió transcurriendo la noche más mágica de mi vida, se pasó volando como un segundo, pero la disfrutamos a concho. Terminado el carrete nos fuimos a nuestra noche de bodas al hotel boulevard suites en Las Condes a descansar.

En resumen, nuestro 14 de octubre fue maravilloso, lleno de amor, acompañados de nuestros amigos más queridos y de nuestra hermosa familia.