El matrimonio de David y Trinidad en Las Condes, Santiago
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D&T
30 Mar, 2019La crónica de nuestro matrimonio
Siempre creí que estaría muy nerviosa el día de mi matrimonio, pero me desperté tranquila. Fui a hacerme las uñas sin pedir hora, creyendo que encontraría fácil, y error.
Tuve que ir a 3 peluquerías distintas, así que ahí perdí harto tiempo. Almorzamos algo rápido con mi marido y llegó el fotógrafo a sacarle fotos a él, yo fui a la casa de mi papá donde me pasaría a buscar mi hermana.
Pasaban y pasaban los minutos y no llegaba y su pololo, me dice que había pasado a comprar panties, porque se le rompieron. La quería matar, creo que fue el único momento que estuve realmente nerviosa, porque llegué media hora tarde con la maquilladora y creí que no alcanzaría.
Le pedí finalmente a mi marido que me llevara y una vez allá (en el lugar del evento, donde fui a arreglarme), descubrí que se me había olvidado el tocado, así que le tuve que pedir a mi marido que lo fuera a buscar a la casa.
El pobre se tuvo que arreglar corriendo y llegó tardísimo a la iglesia, tanto que mis amigas se preocuparon y lo llamaron para ver dónde estaba. La misa estuvo muy bonita, se me hizo todo muy rápido. Luego fuimos a la sesión de fotos en una plaza cerca del lugar del evento en la combi que contratamos.
Seguir leyendo »¡Los invitados quedaron todos fascinados con la combi! El único tema fue que no le dio para subir a la plaza, así que nos tuvimos que bajar y correr entre los autos.
Nos asustamos un poco pero fue divertido más que nada, tuvimos que irnos por un camino menos empinado para llegar a la casa.
La fiesta fue muy especial, todos me decían que les encantó el formato de matrimonio, éramos menos de 30 personas en una casa, así que eso le dio mucho más cercanía e informalidad al evento. Pude sentarme a conversar con todos un buen rato en el cóctel y comer de todo, lo que hubiera sido mucho más difícil en un matrimonio más grande.
El vals salió muy bonito aunque era un tema que nos tenía nerviosos, la tirada del ramo y de la liga también salieron muy divertidas. Terminé con un dolor de pies terrible y el día siguiente fui un bulto. Lo menos que quería era ir a trabajar el lunes, pero saqué la energía necesaria, uno igual parte con una perspectiva distinta. Estoy muy feliz en mi nuevo estado civil.
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