El matrimonio de Yoselin y Robespier en Chillán, Ñuble

Decidimos incorporar de forma sutil la temática de El Principito debido a los bellos mensajes de amor y vínculo que se pueden rescatar de ahí y también al fanatismo de la novia por el libro, es por eso que la novia ocupó una corona de flores en tonos de El Principito que mandó a elaborar a Tocados Carolina Suiland en azul, celeste, dorado y amarillo, además en vez de un ramo de flores llevó una rosa roja, como la rosa de El Principito.

En la decoración del espacio se colgaron estrellas azules y doradas al igual que las varitas del suelo, también habían colgantes de El Principito y un cuadro que pintó la novia. Por otra parte el novio utilizó ropa en tono azul y celeste y de un estilo más relajado para que combinara con el traje de dos piezas de la novia, una maxi falda de encaje y un peto corto de manga larga y encaje que se mandó a confeccionar a una excelente modista. El código de ropa para los invitados era usar algo relajado, veraniego, en el caso de las mujeres vestido o falda para combinar con coronas de flores y en el caso de los hombres usaron sombreros.

El día de la boda llegó, pese a ser la ceremonia civil hubo bastante nerviosismo, dado que en esta instancia dejaríamos de ser solteros para pasar a ser esposos. Dentro de los invitados hubo llanto mientras se celebraba la ceremonia, nosotros los novios sólo mirábamos con alegría. Nuestros testigos fueron la hermana de la novia y el mejor amigo del novio.

Al terminar la ceremonia vino la lluvia de abrazos y las fotos oficiales del grupo, las cuales estuvieron a cargo del mismo fotógrafo que teníamos contratado para la ceremonia religiosa, luego hicimos el brindis y se dio inicio al cóctel , el cual fue realizado por un servicio de coctelería contratado. Posteriormente se inició la cena en un espacio ameno y acogedor en el cual conversábamos del momento y de los cambios que se venían. En la noche compartimos algunas copas al aire libre, la noche veraniega era perfecta para aquello. Nos sentíamos felices, había sido un bello día, y ahora comenzaba un nuevo y hermoso caminar.