El matrimonio de Rodrigo y Kotte en San Bernardo, Maipo

Quedé un poco para adentro, pero seguía firme para poder terminar de dejar las cosas que había llevado sobre la misma, me llama la soprano que habíamos contratado para la iglesia, que había hablado con el cura y que este había presentado algunos problemas... ¡no! Tuve que llamar al cura para ver qué pasaba, a sólo horas, horas para nuestro matrimonio salió con que "no le guastaban los temas de la cantante", conversé con él y no, su cabeza dura fue más fuerte, tuve que hablar con la soprano para que ella viera como solucionaba el tema de las canciones con el cura por que a esas alturas estaba más que superada. Salí del local con mi novio y no aguanté y me puse a llorar, él al verme desesperado empezó a llamar al organizador, a mandarle audios de que estaba desesperada, que no veía nada listo y todo el tema.

Llegué a la casa con los ojos mil hinchados, enojada, triste y molesta con toda la situación de esa mañana. Al rato después llegó mi vecino acá a la casa a calmarme un poco, que él estaba ahí, que los garzones llegaban a las 2 y que ellos tenían claras sus labores y que no me preocupara que todo estaría listo cuando llegáramos nosotros. Luego de eso comencé a preparar el almuerzo, algo simple, mientras llegaban las niñas que maquillarían a mis damas y a mi mamá. Cerca de las 3 llegó mi maquilladora mientras terminaba de almorzar, conversamos un rato, me fui a bañar otra vez y empezaron a maquillar a mis invitadas, y luego a mi. Cerca de las 4 llegó Rodrigo, mi fotógrafo junto con quien grabaría el matrimonio. El tiempo entre maquillaje y peinado se me pasó volando, pero, ya era tarde.

Apenas terminé le pedí a mis damas que me ayudaran a vestir, una de ellas mi prima ya me había ayudado previamente con el vestido así que no sería tan terrible, todo bien hasta que vino la parte de poner la cola (era desmontable por comodidad) no podían ponerla. De repente pregunto la hora y veo que eran las 18:40, y mi matrimonio era a las 18:30, ahí empezaron los nervios, lograron poner la cola, estaba mi papá esperando con el auto que nos llevaría a la iglesia, cuento corto, llegué allá pasado las 7, estaban todos desesperados porque no llegaba.

Sólo recuerdo que al bajar mis damas se acercaron a acomodar el vestido y volvieron para hacer la entrada, la verdad es que no recuerdo mucho de eso, no recuerdo que canción sonó, sólo vi a mi novio en el altar llorando de emoción al verme, yo me contuve e intenté no llorar en ese momento sino, no pararía.

Comenzó la ceremonia, corta, pero muy bella. Hasta que llegó el momento de los juramentos y postura de argollas, fue algo mágico y de verdad muy bello. Ya eramos marido y mujer. Salimos felices de la iglesia, mientras afuera todos nos esperaban con burbujas y pétalos, se nos acercaron todos. Abrazos y fotos por miles.Luego de eso partimos a dar una vuelta, no teníamos pensado ningún lugar en especial, ya que quedaba todo cerca, entonces al irnos a otro lugar haría que nuestros invitados esperaran mucho, se nos ocurrió pasar a un McDonald’s que queda en San Bernardo, éramos la sensación, todos nos miraban, las niñas se acercaban a tocar la cola de mi vestido, nos tomaban fotos y hasta nos regalaron comida, unos combos enormes para nosotros y nuestro chofer (amigo de mi novio), ahí nos avisan que ya podíamos llegar al local que estaba todo ok, así que nos fuimos, llegamos allá y a la entrada estaba la batucada que siempre quise, nos estaban esperando listos para nuestra entrada, todos quedaron maravillados con eso, nadie se lo esperaba, nos bajamos del auto luego de entrar y nos pusimos a bailar con la música de la batucada, luego de eso vino el coctel, más fotos y nos hicieron pasar al salón, tuvimos un vals hermoso y luego de eso, una canción que cantó mi papá, nos hizo llorar a todos, fue un momento hermoso, de ahí en adelante todo fue fantástico, la comida, el diaporama, las palabras de nuestro invitados, concursos para solteros y casados, el ramo, la liga, las pantuflas, los recuerdos, kit anti caña, los robot LED, los dejaron a todos locos, todos bailaban, sacaban fotos y grababan.

La cabina fotográfica también fue un gran acierto, grandes y chicos se sacaron muchas fotos y nos grabaron unos saludos. Antes de terminar la fiesta, el DJ pide que nos encierren en un círculo, fue hermoso, todos bailaban a nuestro alrededor, mirábamos y veíamos a todos sonreír, luego de eso todos se toman de las manos y juntos se abalanzan y nos dan un enorme abrazo, fue un momento muy especial y de ensueño, sentir todos esos abrazos sobre nosotros, toda esa gente riendo y disfrutando fue lo máximo. Ahí dijimos "valió la pena cada peso invertido".

Al irse todos nos felicitaban y nos decían lo maravilloso que había sido todo, disfrutaron junto con nosotros y notaron cada detalle. Fuimos los últimos en irnos, nos pasaron dejar a nuestra casa cerca de las 6 am, llegamos muertos, pero con el corazón a más no poder de amor y de felicidad.

Al fin nuestro sueño se había cumplido. Estábamos casado y nuestro matrimonio salió como lo planeamos durante 14 meses.