El matrimonio de Rodrigo y Francisca en La Serena, Elqui

La crónica de nuestro matrimonio

El día comenzó bastante lento, con un poco de nostalgia pero también con mucha alegría y entusiasmo.

Mis amigos me fueron a buscar a la casa para llevarme al centro de eventos dos horas anticipadas, para poder vestirme y también recibir a los invitados.

La hora se hacía cada vez más lenta y el nervio comenzaba a brotar cuando se acercaba la hora. Pasé primero con mi mamá para que me dejara en la pérgola y así esperar a la novia.

El abrazo con mi papá y mi abuelo fue especial, lleno de emociones y recuerdos a la vez. Al rato ya veía que se acercaba hermosa y resplandeciente la mujer con la que siempre soñé. No pude evitar emocionarme cuando ella se veía hermosa, sentía que en el momento que era ella acercandose a mí. Los segundos lentísimos y mi respirar lleno de nervios.

Fue un momento muy especial e inolvidable, después de todo el nervio, vino la cena, tirar el ramo, bailar el vals, partir la torta y toda la fiesta encima, fue todo perfecto, fue soñado, fue mucho mejor de lo que esperábamos y lo mejor, fue compartir con la gente que mas amamos.