El matrimonio de Felipe y Pamela en Copiapó, Copiapó

La crónica de nuestro matrimonio

El día de nuestro matrimonio con mucha calma y paciencia me maquilló y peinó un amigo de la familia. Cuidó cada detalle, ¡me hizo sentir mucho más bella!

Una vez finalizada esa etapa, llegó a buscarme una limusina soñada. Pude pasear por varios lugares de mi ciudad para posteriormente llegar al lugar del matrimonio -ceremonia y recepción- en Club Las Dunas.

¡Mi entrada fue totalmente emotiva! Mucha gente lloraba de emoción, incluso yo.¡Una ceremonia preciosa! La recepción fue super, con un cóctel exquisito. La cena y baile estuvieron prendidísimos. La cena muy poco habitual de lo que se suele servir en estos eventos y el baile acompañado de una orquesta entretenidísima y de nivel, cotillón que nos ayudó a reír mucho más.

La gran mayoría dejó los pies en la pista. Hicimos los típicos juegos de matrimonio pero dimos premios a los ganadores (licor), así que eso ayudó a que la gente participara con muchas más ganas.

Ya cuando veíamos que se iban acabando las pilas de los invitados, llegó a la pista un robot led que hizo que todos se volvieran locos. Bailamos tanto, jugamos limbo, trencito, etc.