El matrimonio de Felipe y Elizabeth en Peralillo, Colchagua

La crónica de nuestro matrimonio

Ha llegado el gran día 14 de octubre del 2017, nos sentimos felices y con un poco de nerviosismo.

Todo comenzó muy temprano, amanecimos con el estómago apretado, y como teníamos que ver bastantes detalles, sobre todo porque era al aire libre en un parque y nos preocupaba la ubicación de todos por la luz de día. Organizamos todo, trabajamos bastante, pero con ayuda de la familia se hizo más rápido, pero esto igual nos hizo retrasarnos, porque eran las 18:15 hrs, y la ceremonia comenzaba a las 19:00 hrs y ninguno de los novios estaba preparándose, así que eso nos jugó en contra porque ya estaban por llegar los invitados y no sabíamos si el novio estaría listo para que los recibiera a tiempo. Gracias a Dios que se pudo lograr y ni novio llegó a recibir a todos.

Una vez que ya me habían maquillado y peinado estaba más tranquila, pero en el momento que te ayudan a ponerte el vestido y te miras al espejo, ese momento es maravilloso, sientes maripositas en el estómago. Estaba muy feliz, pero nerviosa y no quería llorar para no sacar el maquillaje, era mi momento y tenía que vivirlo al máximo, así que con mucho valor y tranquilidad, junto a mi padre, nos fuimos en el auto rumbo a la ceremonia. En cuanto llegamos vi que todos estaban expectantes a mi llegada, todos felices y grabando o sacando fotos, me tenían muy nerviosa, pero yo mientas iba caminando al altar sólo miraba a mi novio que me estaba esperando adelante, muy hermoso él, era el amor de mi vida quien me esperaba.