El matrimonio de Diego y Ivana en Olmué, Quillota
Al aire libre Otoño Blanco
D&I
05 Abr, 2014La crónica de nuestro matrimonio
Todo comenzó temprano en la mañana de ese sábado 5 de abril. Era un día muy helado, todos los que nos ayudarían se levantaron temprano para partir desde Viña del Mar hacia Olmué, donde nos casaríamos. Mi novio, ahora esposo, se fue en moto junto a mi hermano, y yo en auto junto a mi mama, hermana y amigas. Al llegar a Olmué, comenzamos inmediatamente a organizar las sillas, las decoraciones y los preparativos.
Hubo mucha gente, familiares y amigos, ayudando. Fue algo muy lindo ver como todos ayudaban en lo que podían. El lugar era una hermosa parcela verde, con piscina y quincho. Tenía una casa grande que era de la dueña y dos cabañas, una de ellas donde nos quedaríamos a pasar la noche. Después de pasar gran parte de la mañana organizando y ordenando todo, llego el momento de ir a alistarme. El matrimonio seria a las 2 de la tarde, el civil junto al por la iglesia. La jueza llegaría a las 2 en punto, por lo que no tenía mucho tiempo para retrasarme. Pero contaba con la ayuda de mi mejor amiga, la Roci, la dueña del lugar nos prestó su hermosa casa para prepararme tranquilamente. Entramos a una habitación con baño con mi amiga, y tomé una ducha. Luego, comenzaron los preparativos. Mi amiga me maquilló con tranquilidad, tal y como yo quería. Después, el peinado con mi hermosa corona de flores hecha por mi suegra y finalmente, el vestido, los zapatos. Al rato, nos avisaron que la jueza ya había llegado, por lo que mi hermano menor, que fue quien me entregó, me fue a buscar y comenzamos a caminar hasta el lugar donde estaba mi hermoso novio esperándome. Comenzó a tocar la música, el precioso himno "Yo me rindo a Él", que cantó nuestro amigo Franco. A ese punto ya estaba muy nerviosa, pensando en tantas cosas y en nada. Con ganas de reír y de llorar, al fin estaba pasando. Después de tanto tiempo de orar y orar para que Dios nos abriera las puertas para casarnos, era un sueño hecho realidad y Dios lo hizo realidad. Al llegar al altar, vi a mi hermoso novio, nos saludamos y nos mirábamos a los ojos. La jueza nos casó, y para ese entonces ya estábamos casados! Pero aún faltaba la ceremonia por la iglesia. Pasó el pastor, mi suegro, y dijo unas hermosas palabras acerca de la importancia de Dios en el matrimonio y de lo que esto en realidad significa. Nos pusimos las argollas, (las cuales olvidamos en la cabaña y en medio de la ceremonia tuvieron que correr a buscarlas), riéndonos del contra tiempo, pero aun nada dejando de ser hermoso.
Seguir leyendo »Nuestro amigo Franco y su hermano cantaron canciones y alabanzas a pedido nuestro, y luego los invitados pasaron al lugar donde se comenzaría a servir el coctel. Habían muchas cosas ricas y variadas. Conversamos con muchas personas, todos nos abrazaban. Nos tomamos muchas fotos. Partimos la torta. Tiré el ramo. Y finalmente, cuando ya todo finalizó, un grupo de nuestros amigos más cercanos se quedaron junto a nosotros en la cabaña para compartir de un asado. Fue un momento especial junto a las personas queridas. Al otro día debíamos dejar la cabaña al medio día, me desperté junto a quien era ya mi esposo. Tomamos desayuno, ordenamos y limpiamos la cabaña, ordenamos nuestras cosas, nos abrigamos y emprendimos viaje de vuelta a Viña del Mar en nuestra moto. Eso en resumen, pero más allá de todo eso, fue el día más hermoso de mi vida. Dios hizo realidad mis deseos, mis anhelos, mis sueños.
Por sobre todo, el mayor sueño de estar junto al hombre de mi vida, y poder comenzar a vivir la vida ahora junto a él. Fue un día loco, fue algo difícil asimilar que ya estábamos finalmente casados, felizmente casados. Pero todo fue más hermoso de lo que podría haber podido pedir, todos los adornos, las flores, todo lo preparado por mi suegra, mi familia y mis amigas. No pude haber pedido nada mejor. Fue algo sencillo, con 70 personas más o menos, pero algo íntimo y lleno de la presencia de Dios. El matrimonio fue dirigido y dedicado completamente a Dios y aun lo sigue siendo. Solo por Dios hoy somos un matrimonio bendecido. Hemos podido ver Su mano en todo.
Otros matrimonios en Quillota
Ver todas
Espacio Persea
Centro de Eventos Aire Puro
Doña Anita
Inspírate con estos matrimonios
5 comentarios
Deja tu comentario