El matrimonio de Andres y Natalia en Angol, Malleco

La crónica de nuestro matrimonio

Después de tanto organizar, carreras de un lado a otro… Ya pasó el gran día y fue el más hermoso, tal y como lo habíamos planeado, gracias a Dios no tuvimos grandes inconvenientes (solo personas que confirmaron y que luego sin ninguna explicación, hasta el día de hoy, nunca aparecieron, pero bueno, no me amargaron mi día).

Jamás pensé que yo estaría más relajada que el novio, cuando llegué al altar del brazo de mi padre, tiritaba como canasto de guatitas, recién cuando llegó el momento de colocarnos los anillos, me bajaron todos los nervios y las emociones, pero fue maravilloso.

La fiesta estuvo linda, con las personas que nos acompañaron eran las que queríamos que estuvieran y no por compromiso, la comida riquísima, una decoración linda, y para qué decir las fotografías, que serán los más lindos recuerdos de aquel día inolvidable.