El matrimonio de Adrián y Paulina en Huechuraba, Santiago
Elegantes Primavera Blanco 3 profesionales
A&P
04 Oct, 2014La crónica de nuestro matrimonio
Hola, les cuento que soy divorciada, tengo 43 años y 2 hijas de 22 y 16 años de edad respectivamente y mi novio (soletero sin hijos) tiene 47 años. Sentí como si hubiese sido la primera vez que me casaba.
La previa de mi matrimonio fue tremenda, estuve toda la semana en cama con bronquitis obstructiva, el médico me dijo que con el estrés me bajaron las defensas, solo me levanté el sábado para casarme, me sentía pésima, ahogada, me costaba mucho respirar, pero pensé: Hoy me caso como sea, así que saqué fuerzas de no sé dónde.
Gracias a Dios soy organizada y tenía casi todo listo, solo me faltaba el ramo, que quise hacerlo yo. Y los centros de mesa (también hechos por mi) ambos de flores naturales. El viernes mi novio y mi hija menor, fueron a comprar las rosas para mi ramo, quedó muy lindo. El sábado apenas podía andar, pero tenía que ir a hacer los centros de mesa.
Tenía el tiempo fríamente calculado, pero como dicen por ahí, siempre la novia se atrasa por algo. Como tenía que inyectarme penicilina cada 12 horas a la vena, tenía que ponerme una vía venosa en el brazo para no interrumpir el tratamiento, como estaba tan nerviosa, costó mucho que me la pusieran. Así que me atrasé 1 hora en la peluquería. Mi hija mayor me maquilló y la menor me ayudó a vestirme, me hice una rosa con un trozo de tul color lila en el brazo, para que no se notara la vía venosa. Fue tan lindo ese momento juntas las tres, fue muy especial, la vida tiene muchas vueltas y nunca pensé que iba a vivir ese momento tan especial junto a ellas. Mi hija mayor me prestó un anillo que está hace más de 35 años en la familia (mostraré la foto), mi hermana me ayudó con el vestido, mi papá apurado mirando el reloj me tomó del brazo para subirme al auto. Luego rápidamente nos fuimos al club, ahí en el jardín, fue la ceremonia, el cóctel y la fiesta, habían anunciado lluvia para ese día, pero había sol en la tarde, que genial porque le pedí a Dios que por favor me diera un poquito de sol.
Seguir leyendo »Al llegar me puse tan nerviosa y emocionada que no dejaba de llorar, obviamente no quería entrar así, justo llegaron mis hermanas y me dieron un fuerte abrazo, para tranquilizarme y mi hija me decía "Mamá relájate tienes la cara tensa" finalmente entré y la oficial me preguntó: ¿Cómo está? Le dije: "Muy emocionada" parece que se conmovió porque me sonrió y realizó una ceremonia tan linda. Con toda calma, habló muy lindo y la entrega de las argollas la hizo muy especial, incluso hablaron mi papá y mi suegra (nada planificado), todo resultó demasiado bello, el cóctel, la torta, la cena, todo lindo. Los invitados estaban fascinados con los detalles.
Valió la pena tanto trabajo.
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