El matrimonio de Yisleyn y Francisco en Temuco, Cautín

La crónica de nuestro matrimonio

Dos días antes del gran día, nos habíamos casado por el civil, y fue ese mismo día que recién supimos que podríamos realizar el matrimonio religioso y la fiesta, ya que Temuco no retrocedió de fase milagrosamente. Tuvimos que ultimar detalles en esos dos días, incluido el vals de los novios, y comprar el trago.

Ya llegado el día, tuve que hacer un viaje muy cansador al centro de eventos para dejar las cosas, y recoger al violinista que venía desde fuera de la ciudad. El resto del día fue muy normal, cuando me empecé a vestir estaba nervioso de que no se me fuera a rajar o ensuciar el traje, pero, gracias a Dios, no pasó.

El trayecto hacia el centro de eventos fue muy bueno, llegué como 50 minutos antes de la hora indicada (un poco ansioso). Pude recibir a todos los invitados y saludarlos, no podía creer que al fin el día que tanto soñamos estaba comenzando a hacerse realidad.

Mi esposa, inesperadamente, llegó a la hora, y se veía majestuosa. No pude evitar llorar al verla entrar junto a su padre. La ceremonia salió perfecta, sin fallos, muy emotiva y cercana. Le dedicamos además palabras de honra y agradecimiento a nuestras familias, fue muy lindo.