El matrimonio de Sebastián y Poly Lucía en Melipilla, Melipilla

Queríamos que ese día inolvidable y especial para todos y como a mí me gustan mucho las redes sociales, el evento se llamó #Matrimonos. Nosotros nos decimos monos y nuestros hijos son los monos chicos. Abrimos el baile con un merengue: La Travesía de Juan Luis Guerra y luego se desató todo con el reggetón Andas en mi Cabeza. Bailamos muchisimo y todos lo disfrutaron a morir, y ya eran las 6 de la tarde. Ese día, además, había un partido de fútbol crucial: jugaba Universidad Católica (de la que yo soy hincha a full) con Deportes Temuco, en Temuco. Y si Católica ganaba, nos convertiríamos en bicampeones. Fue así como uno de mis amigos del colegio me mantuvo al tanto del minuto a minuto del partido y cuando se confirmó el bicampeonato le pedí que fuera a buscar su camiseta ya que la tenía en el auto. Me la puse y celebré con todos que mi amado equipo Universidad Católica, se convertía en bicampeón del fúbol chileno.

Se instaló la cabina de fotos y nos dejaron muchas fotos muy divertidas y mensajes hermosos, que atesoraremos siempre. Fue pasando el tiempo y se comenzó a hacer de noche y como no queríamos lo típico de todo, metimos el ramo (el mismo con el que me casé) dentro de un acuario sin agua, pero encerrado con una cadena y un candado. Las solteras debieron echar a su suerte y elegir la llave que abriría el acuario. Fue así como una a una, en fila, fueron pasando a elegir una llave e intentar la hazaña, cosa que logró una de mis mejores amigas. Así que más que feliz por ella y porque se cumpla la profesía del ramo.

Por el lado de los solteros, uno de mis grandes amigos del colegio agarró la liga, así que todos esperamos que pronto pongan fecha para su matrimonio. Luego, vino uno de los momentos más emotivos de la noche: preparamos dos videos para compartir con nuestros invitados. En el primero bailaríamos con nuestros hijos, mientras el video corría. Y el segundo era solo nuestro y nosotros bailamos al centro de la pista.

Fue hermoso ver y compartir nuestra historia como familia y como pareja. Los dos venimos de relaciones anteriores y cada uno tiene un hijo de esas relaciones. Juntos hemos aprendido a hacer familia entre los cuatro y nos amamos infinito.

El baile siguió. Salieron los tapaditos, crema de verduras, tacos, tablas de jamón y queso, todo por mesa. Creo que estuvieron exquisitos, yo no alcance a probarlos.

Al final de cuentas, el #Matrimonos resultó tal como lo habíamos soñado: lleno de color, de magia, de felicidad, de amigos, de familia. Fue exquisito sentirnos tan queridos por todos los que estuvieron con nosotros ese día. Que fueran felices por nosotros y con nosotros. Ver la felicidad infinita en la carita de mi hija. Ver que sus papás se estaban casando y que ella también era protagonista.

Elegimos el mejor lugar Viña Chocalán. Absolutamente agradecidos y sorprendidos por todo. No nos equivocamos en confiar en ellos. Simplemente se pasaron. La banquetería increíble, la barra fue genial y más de lo que pensábamos, el DJ simplemente una máquina.

Un día redondo, mágico y perfecto para sellar nuestro amor. ¡Gracias a todos los que hicieron que fuera el mejor día de nuestras vidas. Nuestros papás, nuestros amigos y todos los que nos ayudaron en los preparativos y ese mismo día. Yo, debo agradecer, principalmente a Daniela, Laura, Carlos y Mario, porque, como siempre, fueron incondicionales. Madrugaron conmigo y se preocuparon de cada detalle de principio a fin. Son los mejores y los queremos muchísimo. A Juampi porque fue el encargado del sacerdote y a él mismo porque hizo que fuera un día hermoso para todos y por compartir como un amigo más.

Atentamente,

Poly Lucía (la novia)