El matrimonio de Rodrigo y Natalia en La Reina, Santiago

Luego vi a mi papá y escuché la música y le dije: ¡esa es la canción, vamos! (Somewhere Over The Rainbow - Israel Kamakawiwo) y todo se calmó, se sentía como un sueño.

Cuando íbamos caminando, estaba demasiado feliz de ver a todos nuestros seres queridos, ahí con nosotros.

Cuando nos miramos con Ro, estábamos muy nerviosos y felices. No podíamos creer que por fin estaba ocurriendo.

La jueza nos hizo reír a todos con sus discursos y los tonos de voz que ponía, así que eso hizo que todo fuese más relajado. Cuando a cabo la ceremonia, nos besamos y por fin, ¡lo habíamos logrado!

Más tarde en la cena, me costó mucho comer, era más por los nervios que por lo ajustado del vestido, logre comer la entrada, la mitad del plato de fondo y el postre, me hubiese gustado tomar y comer más, pero no me dio.

Vinieron los brindis, y muchas personas hablaron, amigos y familiares, todos nos dieron muchísimo cariño, estaban felices de ser parte de nuestra historia, y nosotros de compartirla con ellos, casi me hicieron llorar, varias veces, pero cumplí mi promesa de sonreír en esa noche mágica.

Después de eso, fue nuestro primer baile (Can't Take My Eyes off You - Frankie Valli) nuevamente estaba muy nerviosa, pero muy feliz con mi esposo, me sentía flotando, solo lo veía a él, fue muy romántico.

Luego de eso se fueron los nervios y seguimos disfrutando, bailamos el resto de la noche y nos quedamos hasta el final. Ya que nuestra luna de miel fue un par de días después en el sur.

Siempre habrá pequeños imprevistos, pero eso no puede arruinar un momento tan feliz, así que disfruten del momento.

Fue perfecto, no podría pedir más.