El matrimonio de Mario y Yocelyn en Maipú, Santiago
Elegantes Primavera Morado 5 profesionales
M&Y
24 Oct, 2015La crónica de nuestro matrimonio
Bueno comenzaré por el principio. Yo soy diseñadora de ambientes y el ingeniero en construcción así que dividimos las tareas: Gerencia de cosas lindas, yo, y el Gerente de relaciones públicas. Entonces yo buscaba ideas y cotizaba, y cuando tomábamos una decisión él llamaba. No nos costó tanto decidir cosas, cuando veíamos algo que nos gustaba a los dos altero lo reservábamos sin dar tantas vueltas, y si alguno de los dos se sentía incómodo con algo lo eliminábamos. La hacíamos cortita, y nada de andar preguntando la opinión a otros, que pesados, pero era suficiente con nosotros. Por eso tampoco tuvimos peleas previas, ni dramas estilo mexicanote. Cuando llego el día todos estaban ultra nerviosos y yo tranquila, pensé que en algún momento antes de irme a la iglesia me pondría sentimental, pero dieron las 6 y el tiempo voló, no me di cuenta cuando ya eran las 6:30 y tenía que subirme al auto rápido para llegar a la iglesia. Cuando llegue a la iglesia entre con mi papá, y mi mamá me preguntó si mi tata podía entrar conmigo (soy su regalona) y le dije que obvio que sí. Entre con los dos hombres más importantes de mi vida. En la iglesia nos casó el diacono más buena onda del mundo, super amoroso. En la entrevista que hicimos en la iglesia me reí mucho con él, así que en la misa tiramos al talla, y todos se reían. Después salimos corriendo de la iglesia porque nos dijeron que si abrazábamos a la gente retrasaríamos el cóctel, así que literalmente corrimos al auto. Arriba del auto saludábamos a la gente y nos reíamos, molestábamos al chófer, entre los 3 comimos chocolates. Al llegar al lugar pedimos que hicieran una fila para saludarnos (soy un poco ordenada y mi fila era más larga que la de mi marido. Soy más popular. Después de comer bailamos el vals, habíamos ensayados porque mi marido es más tieso que un palo y lo hizo muy bien, pero mi sorpresa fue cuando baile con mi papá y mi suegro, un desastre tenían menos ritmo que una gotera. Yo más encima de pisaba el vestido y les decía que trataran de bailar bien, pero nada y se movían rápido más encima, eso no me lo esperaba. Luego el baile y sacar fotos con los grupos, yo me tire al suelo, canté, salté en grupo (me daba lo mismo el vestido después). Nos empujamos, lo pasé tan bien, pasa todo muy rápido eso sí, pero fue divertido y baile hasta que cortaron la música. Después quería llevarme todos las flores de los centro de mesa, tenemos tan lindos recuerdos, y sobre todo más que la fiesta, previa a esos días nos llegaron mensajes de muchas personas como excompañeros de colegio, amigos, familiares para desearnos buena onda. Lejos eso fue lo más lindo me emocioné mucho con el cariño de la gente.
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