El matrimonio de Manuel y Aylin en Calera de Tango, Maipo

La crónica de nuestro matrimonio

El día del matri comenzó a las 6:00 am, cuando fueron a arreglarme a mí, mi mamá, suegra y cuñada. Después de horas de ansiedad y emoción, llegué a ver a mi novio esperándome en el altar, mientras yo ingresaba a la iglesia con mis papás al tono de la marcha nupcial con trombones. Mis papás estaban muy emocionados y mis suegros también. Comenzó la celebración del matrimonio con un sacerdote que es amigo desde hace años del novio. La ceremonia fue cercana y familiar, a nosotros nos encantó.

Al salir de la iglesia nos arrojaron pétalos de flores que día antes mis papás y hermano prepararon con mucho cariño y ahí, salimos como marido y mujer. Llegamos al centro de eventos, que era sencillamente precioso (Eventos Buhring), todo estaba listo y coordinado, no nos preocupamos por nada. Almorzamos y todo estaba delicioso, tanto que ni siquiera alcanzamos a comer postre de lo rico que estaba el almuerzo.

Entre las sorpresas, mi novio y yo preparamos un baile en vez del vals tradicional, luego mi esposo me cantó una canción (¡muchas lloraron! fue hermoso), yo improvisé otra y tuvimos un bloque de música folclórica chilena y boliviana, de lo más entretenido.