El matrimonio de Macarena y Víctor en Talagante, Talagante

La crónica de nuestro matrimonio

Nuestro día en verdad fueron 2.

Primero el matrimonio civil, el cual hicimos en la municipalidad de Vitacura. Un lugar hermoso y muy recomendable, aunque hay que reservar con tiempo. Los nervios típicos desde los días anteriores y ese día más aún porque se demoraron los testigos. Finalmente, todo se solucionó y en una ceremonia muy sencilla pero emotiva nos pusimos las argollas y dimos el sí. Nos acompañaron nuestras familias y todo salió muy bonito.

Ese mismo día una celebración en casa y luego fuimos a Talagante, a la parcela en donde ofrecimos un asado el día siguiente. Es increíble tantas cosas que salen por hacer, aunque uno piense que todo está bajo control nunca faltan los imprevistos. Afortunadamente lo hicimos todo con tiempo y no tuvimos mayores problemas. Por ejemplo, cuando fuimos a la parcela vimos que habían preparado unos manteles que no eran los que queríamos, menos mal aun había tiempo para que los cambiaran.

El día del asado empezamos desde tempranito, coordinando los transportes y llegando a poner algunos detalles de decoración que habíamos preparado nosotros mismos. Luego ya todo se larga y no te queda más que disfrutarlo y relajarte. Los típicos problemas de la gente que llega más tarde y hay que empezar a ajustar los horarios. Tacos, invitados perdidos y la seguidilla de whatsapp, ya se las podrán imaginar.