El matrimonio de Luis y Katia en Santiago, Santiago
Rústicos Verano Amarillo 7 profesionales
L&K
11 Ene, 2020La crónica de nuestro matrimonio
Creo que nuestro matrimonio fue maravilloso. Nos casamos en la Iglesia Ortodoxa de la Santísima Trinidad y el Ícono de Kazán en Ñuñoa. Yo soy ortodoxa y aunque mi ahora marido no lo es, no tuvimos problemas para casarnos allí. De hecho, fue toda una experiencia intercultural porque la mayoría de los invitados eran chilenos y evangélicos, pero mi familia es ucraniana y ortodoxa. Creo que los chilenos disfrutaron harto de todo ese mundo desconocido, sobre todo del baile y canciones rusos que hubo después durante la cena.
Una de las cosas que quizás habría hecho de otra forma es hacer todo más tarde porque hizo mucho calor ese día y nosotros nos casamos a las 4. Yo no quería que fuera un matrimonio nocturno para no cansarme mucho luego y no tener mucho tiempo para estar nerviosa, pero el novio sufrió mucho con el calor por el traje.
Nosotros hicimos la ceremonia religiosa a las 4 y duró alrededor de una hora. De ahí fuimos en el auto del matrimonio al Cerro San Cristóbal para sacar fotos y también porque allí estaba el restorán. Sacamos las fotos mientras los invitados estaban en el cóctel y cuando llegamos a las 6:30 empezó la cena. Después de media hora empezó el show, que incluía canto y baile rusos. Me encantó el show, pero me habría gustado tener más tiempo para estar tranquila comiendo y conversando con la gente. Eran casi 100 personas, así que igual habría sido difícil conversar con todos, pero quizás no habría invitado a tantas personas.
Seguir leyendo »Otra cosa que me gustaría haber cambiado es no haber ido a la playa muy poco antes de la boda. Quedé muy quemada y no tuve tiempo suficiente para recuperarme, así que eso afectó el maquillaje. También sentí que no me preocupé de retocar el maquillaje porque fue todo muy rápido. Lo otro es que pagamos por 98 personas, pero al final vinieron como 88, así que cuando se hace el cálculo para el pago, es mejor colocar menos gente de la que está invitada porque lo más probable es que venga menos y que uno no pueda reemplazar a esos invitados por otros. También me habría gustado tener una torta de dos pisos en vez de tres porque al final sobró muchísima torta. Fue en parte porque a esas alturas ya no había tanta gente y la que había ya no tenía tanta hambre, pero creo que igual fue una cantidad excesiva. También me habría gustado aprovechar más el auto para pasear y que el fotógrafo nos hiciera más sugerencias de poses.
Pero a grandes rasgos, me siento muy contenta y bendecida por el matrimonio que tuvimos y espero que sea el primer paso de un camino a la eternidad.
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