El matrimonio de Luis Felipe y Silda en Talcahuano, Concepción
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L&S
12 Nov, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Ese domingo 12 de noviembre me fui bien temprano al hotel, nos encontramos con Hair Cris quien me peinó y con Lilianet quien me maquilló. Mi madre también estuvo presente en todo momento para ayudarme en colocarme el vestido y ver los últimos retoques finales. Luego me fue a buscar el auto y tuvimos una pequeña grabación con un drone. Posteriormente nos fuimos al Centro de Eventos, donde estaban llegando los últimos invitados. Vi la entrada de mi esposo con mi suegra y luego ingresé con mi hermano mayor. El lugar estaba hermosamente decorado con la temática de nuestro matrimonio, basado en una promesa de la biblia, que está en el libro de Salmos 107:30. La ceremonia estuvo muy bella y emotiva, donde varios de nuestros amigos nos dieron algunos consejos y así también nosotros dimos nuestros testimonios de cómo el Señor se glorificaba en ese momento al unir nuestras vidas en matrimonio.
Luego vino el cóctel y con mi marido fuimos a una sesión de fotos y grabación con el drone nuevamente. Llegamos y nos incorporamos al cóctel donde hicimos el brindis y nos sacamos fotos con algunos invitados especiales en un sector especialmente decorado para eso, basado en nuestra promesa de matrimonio. De ahí ingresamos a las mesas y mientras esperábamos el plato de fondo nos sacamos fotos por mesas de una manera muy divertida y dinámica, por lo que el tiempo de espera se hizo nada. La comida estaba muy rica. Después de eso, con mi esposo bailamos el vals tradicional y luego teníamos preparado un baile sorpresa con unos amigos, para dar inicio a la fiesta. Interrumpimos el baile, al rato después con un juego para los matrimonios que resultó muy divertido y se creó un ambiente de familia bien especial, luego vimos unos videos de nuestras historias y uno sorpresa que nos tenían, nos emocionamos mucho.
Seguir leyendo »Continuamos la fiesta donde con mi esposo nos pusimos a bailar y de manera innata, todos nuestros amigos y familiares nos rodearon, por lo que se formó un círculo inmenso que ocupó toda la pista de baile, nos pusimos a bailar e invitamos a algunos a disfrutar en el centro también. Luego vino el lanzamiento del ramo, pero no lo tiré ni mi marido tiró el guante, lo que hicimos en cambio fue compartirles a cada soltero/a una promesa de las que el Señor nos dió cuando decidimos emprender este camino al matrimonio, ésto lo regalamos en un separador de libros.
Finalmente continuó el baile y finalizó con la torta, que estaba deliciosa, con sabor fresco y casero. Empezamos a entregar los recuerdos que unos amigos nos habían ayudado a hacer, también acorde a la temática del matrimonio y fuimos los últimos en irnos del Centro de Eventos.
Fue un tiempo tan lindo que atesoraremos día a día en nuestros corazones y pensamientos. Muy agradecidos de los que Dios nos permitió experimentar en ese día y desde ahí en adelante, comenzar una nueva aventura juntos.
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