El matrimonio de Juan y Mitzie en Iquique, Iquique

Cuando el auto me fue a buscar, era una mezcla de nervios y emoción, ya cuando iba en camino al lugar de la ceremonia, era casi pura emoción. Llegamos a la ceremonia y me dijeron que había un problema, mi suegra se tuvo que devolver al hotel a ponerse los zapatos correctos. Y el problema es que, el tipo de ceremonia religiosa simbólica que organizamos con el pastor de nuestra iglesia, los padres de ambos debían estar presentes. Así que igual no dejé que la amargura me invadiera, la verdad. Ya estaba ahí, a punto de casarme ante Dios con Juany, así que no dejaría que nada me arruinara el día. De todos modos, la gente tenía agua y cervezas disponibles para refrescarse en el lugar de la ceremonia.

Cuando la suegra llegó, entré al lugar de la ceremonia y fue todo bello, ya que entré con una pista de piano de la película “El viaje de Chihiro”, de estudio Ghibli (un estudio de animación japonesa). Casi lloro cuando iba entrando con mi padre. Con Juany no podíamos para de mirarnos, estábamos tan emocionados.

La decoración del lugar era hermosa, se lució todo al atardecer. Durante la ceremonia hicimos una trenza que representaba nuestra comunión con Dios, fue tierno y divertido en ese momento ver a Juany colapsar con una trenza. Todo fue con un atardecer hermoso y frente al mar.

Cuando la ceremonia terminó, salimos al ritmo de la pista "La leyenda de Ashitaka" de la película la Princesa Mononoke (también de Estudio Ghibli). Luego fuimos a tomarnos fotos a una playa cercana, la playa Huayquique, para aprovechar el atardecer. Luego volvimos al centro de eventos a la recepción-fiesta y entramos triunfales con una pista del juego de Zelda, que es el juego favorito de Juany.

El lugar de la fiesta estaba tan hermosamente decorado, amé todo. Ya que le pedimos a las chicas de Delicias Premium y Decolaria que se basaran en un ambiente sutilmente japonés con detalles de las películas de Estudio Ghibli. Amé el candybar, ¡la torta! Con cerezos, novios de totoro (película de Estudio G8hibli) y con nuestras 3 gatas regalonas. Detrás de nuestra mesa había grullas colgando y se veían geniales. La iluminación del lugar fue espectacular. El animador hizo un trabajo impecable, la cena exquisita. Fue todo tan perfecto, la pasamos demasiado bien, quedamos enteros de agotados, pero todo valió la pena. Fue el mejor día de nuestras vidas. Ojalá no les moleste lo largo del relato, pero me emocioné.