El matrimonio de Jesus y Jessica en Chillán, Ñuble

La crónica de nuestro matrimonio

Ese día fue lleno de milagros de Dios al cambiar el clima de 0° en la mañana a 17° aprox. en la tarde. Esto era lo más preocupante para nosotros (los novios) porque no conseguimos un lugar cerrado (para protegernos del frío) donde el aforo permitido por la pandemia, nos aceptara reunir a más de 9 o 15 personas. Así que decidimos hacerlo al aire libre bajo un toldo bien adornado en el patio de la casa de la tía del novio e invitar a sólo la familia, el Pr, 2 fotógrafos y 4 amigos íntimos. Total: 23 personas. Nos dolió haber enviado 2 días antes un mensaje a los demás invitados que no podrían asistir porque el aforo no lo permitía y gracias a Dios comprendieron la situación.

Luego de la boda, fuimos de casa en casa a estas personas que no pudieron asistir a llevarles un pedazo de torta de maracuyá muy rica y el recuerdo de la boda. Este fue para ellos un bello detalle, llegar a sus casas vestidos de novios a llevarles este presente.

Contamos con el apoyo de la familia para la decoración y realización de comida, y de amigos que nos prestaron el toldo y demás cosas necesarias para ese día. La madre del novio se encargó de la decoración de todo y quedó hermoso y sencillo como lo queríamos. Las hermanas de la novia se encargaron de la comida que quedó muy rica y apetitosa a la vista y al gusto. La tía del novio nos prestó su casa para la ceremonia y su carro para trasladar a la novia. 2 amigos se encargaron de la transmisión de la boda por zoom a nuestros familiares y amigos de Venezuela, Argentina, Puerto Rico, República Dominicana, Chile y Perú. La hermana de la novia la maquilló y peinó muy hermosa para ese día especial.