El matrimonio de Guillermo y Carolina en Maipú, Santiago

La crónica de nuestro matrimonio

Nuestro matrimonio fue absolutamente hermoso, lleno de emoción, en general los nervios nunca se apoderaron de mí, al contrario solo estaba emocionada, trate de no imaginar el día en que nuestro amor sería bendecido por Dios, porque solo quería vivir el momento el cual sería único.

En la preparación del día del matrimonio, nos retrasamos por muchos motivos por lo que llegue 20 minutos tarde a la iglesia, solo pensé en qué todas las novias se hacen esperar y esa sería mi consigna para amortiguar el retraso.

Llegué a la iglesia ahí estaban todas aquellas personas importantes en nuestras vidas, hermanos, sobrinos, tíos, amigos y la mayor bendición nuestros padres quienes junto a Dios serían testigo del amor que decidimos unir y bendecir, la emoción fue la más grande que he sentido en la vida, escuchar a la Tenor cantando Ave María a mi entrada, ver las caras de todos emocionados y de ver a mi esposo en el altar fue algo que no me permitió dejar la emoción de lado, una ceremonia hermosa, junto a los nuestros y junto a la bendición de Dios.