El matrimonio de Francisco y Ana en Graneros, Cachapoal

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un día hermoso. Solo debíamos preocuparnos de nosotros así que me preparé super tranquila, junto a mi padre y mi hija esperando a que llegara el carruaje, ya que fue un matrimonia a la chilena así que mi vestido era de china (traje típico). Nos fuimos en el carruaje con mi padre y mi hija, todas las personas que nos veían me daban sus bendiciones y buenos deseos.

En la iglesia me esperaban mis padrinos los cuales también estaban vestidos de husaso, al igual que el novio. Fue una ceremonia muy linda, aunque no exenta de chascarros ya que mi hija de 3 años nos traía los anillos y se le cayeron, así que todos buscando los anillos, incluso el cura, hasta que los encontramos y seguimos con la ceremonia.

Después de pasear por La Compañía (graneros), fuimos al lugar de la fiesta que era la Cancha de la Anivana, estaba todo muy hermoso.

Lo más lindo, la cueca de los novios y el vals campesino, que bailamos con nuestros padres y padrinos, brindamos en cacho, obvio.

La comida estuvo exquisita. Yo no tiré el ramo, lo guardé en un cofre con candado y repartí las llaves entre las solteras, así que la afortunada que abría el candado se llevaba el ramo. Teníamos también un libro de los buenos deseos.