El matrimonio de Fernando y Veronica en Loncoche, Cautín

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un imposible hecho realidad. Tres semanas antes de nuestra boda, mi novio contrajo Covid. Al principio pensamos que solo sería pasajero, pero la penúltima semana agravó y terminó en el hospital. Fue horrible imaginar que el amor de tu vida quizás no volvería a tus brazos y nuestros sueños nunca se harían realidad.

Pero confiamos en Dios y Él respondió y comenzó a mejorar. Y el día viernes anterior a nuestra boda, le dieron el alta con autorización a poder casarnos. Yo en Santiago a la fecha, con mis padres partimos a Loncoche a pesar de la cuarentena en todo el país. Llegamos sin problemas y pudimos el día jueves casarnos por el civil y, unas horas más tarde, delante de Dios, unimos nuestras vidas para siempre.

Fue un día hermoso, lleno de alegría y viendo el gran privilegio que nos regaló Dios de concretar nuestra familia.