El matrimonio de Fernando y Catalina en El Quisco, San Antonio

Subimos al salón, hicimos el brindis y pasamos a comer y con tanto ajetreo me acordé que se me había quedado el cel en la cabaña y le quería leer algo a mi espocito y tenía que llegar la cabina y el carrito de algodón y cabritas. Le dije a mi pelao que no tenía idea si la gente había llegado o no, pero se suponía que por la hora deberían ya estar acá y él fue a ver todo y menos mal los habían dejado entrar.

Es muy largo mi día, lo pasamos increíble, lo dimos todo, lo volveríamos a hacer todo. Fue muy rápido y les aconsejo que hagan lo que quieran es su día. Yo porque soy muy pava, no sé, pero me dejé llevar por la productora y no por lo que yo quería en ese momento, quería ir a la cabaña a buscar lo que le quería leer a mi espocito y me dijieron que no que nos demoraríamos mucho y no lo fui a buscar. Después, no me gustó mucho el maquillaje, encontré que me veía como pálida, muerta, no sé, ja, ja, ja, soy de piel blanca, ojos azules y ella me pintó como con colores claros y me quería pintar la boca roja para sentirme más yo y tampoco lo hice. Ahora veo las fotos y me encuentro muerta ja, ja, ja.

Después me enteré que la máquina de algodón no funcionó más y solo dieron cabritas y ni me enteré. Bueno, solo debo decir que lo pasé muy bien y que disfruten su día, que se pasa volando.

Se me olvidaba mi hermoso ramo, tocado y botonier que no sale en la foto (se me quedó en la cabaña). Es de la seca "Tamara Herrera", hermoso su trabajo y un último detalle es la tradición robarse a los novios de la torta. Mi mamá los guardó y me robaron los zapatos ja, ja, ja, me los saqué para ponerme zapatillas y los dejé tirado y desaparecieron ja, ja, ja. En fin después la tradición dice que hay que ir a tomar el té después de un año y te los devuelven ja, ja, ja. Mis amigos me mandaron a decir que no buscara más, que iban a regresar.