El matrimonio de Felipe y Gisselle en Puente Alto, Cordillera

La crónica de nuestro matrimonio

Si tuviera que resumir ese día en una palabra diría que fue soñado. Ese día temprano hacía mucho frío y corría un viento de temporal, el matrimonio era a las 12:30, y yo estaba nerviosa porque ya veía que llovería. La ceremonia era al aire libre y pensé en no usar bolero, pero con el frío decidí hacerlo.

Cuando llegué al lugar y comenzó la entrada triunfal con música en vivo y un tenor lírico, amigos nuestros. Llego al altar y el cielo se abre, sale el sol y todos se asombran del milagro. De ahí la ceremonia fue hermosa, hasta cantamos nuestros votos.

Definitivamente fue mágico. Después nuestra sesión de fotos fue en el club de campo Las Vizcachas, en la laguna y al aire libre, con el hermoso sol que Dios nos regaló.

Al volver a la fiesta pude lucir mi vestido en su totalidad durante el cóctel y en el vals y todo el mundo quedó maravillado por el romanticismo del matrimonio, se sentía el amor en el aire. La música y el banquete estuvieron exquisitos, se disfrutó al máximo, estamos muy felices de haber disfrutado ese día de la mejor manera.