El matrimonio de Eduardo y Andrea en Puente Alto, Cordillera

La crónica de nuestro matrimonio

Las últimas semanas antes del matri, nos dimos cuenta que habían varios detalles que habíamos pasado por alto. Como novia, les puedo mencionar que había olvidado la lencería, además de las joyas que iba a usar para el matrimonio, entre otras cosas.

Les cuento que me costó encontrar zapatos de mi gusto, ya que había mucha variedad en zapatos, pero con taco muy, muy alto, y como novia andaba buscándo un zapato bajo y cómodo. Salí junto a mi madre muchas veces y a varios lugares en búsqueda de mis zapatos. Finalmente, encontré el zapato perfecto en la Casa Blanca.

Los días antes de la Boda, estuve muy tranquila, pero cuando llegó el gran día, me puse muy nerviosa, incluso ese nerviosismo fue evidente durante la ceremonia, ya que me movía harto.

Tuve la bendición de mi padre me llevó al altar y pudimos celebrar nuestra unión junto a nuestra familia y nuestros mejores amigos. Nuestra hija nos llevó las argollas al altar y su carita de emoción era maravillosa.

La celebración fue muy hermosa, nos sentíamos dichosos, además, nuestra hija, nos cantó durante la ceremonia y fue un momento muy mágico y especial.