El matrimonio de Diego y Ingeborg en San Pedro de la Paz, Concepción

La crónica de nuestro matrimonio

El día de mi matrimonio fue el evento del año para nosotros y nuestras familias, fue el tema de conversación en todas las reuniones familiares durante un año, en donde todos nos imaginábamos nuestra versión de como nos sentiríamos, como nos veríamos y que haríamos en los momentos cruciales de la ceremonia.

Cuando por fin llegó el día, el caos se apoderó de mi casa y de la casa de mi mamá que fue donde me quedé la noche anterior. Recuerdo que todos corrian de lado a lado, ya fuera vistiendose, recogiendo algun pedido o encargando los últimos detalles para la fiesta. Y entre la histeria y el revuelo del momento nuestro querido fotografo capturaba cada momento de alegría, espanto, nostalgia y todas las emociones que uno experimenta en esos momentos.

Mientras más avanzaba la hora más me dolia el estómago y más me emocionaba hasta que llegó el momento de caminar con mi papá. Aunque en ese minuto lo que más me preocupaba era que mis zapatos quedaran enterrados en el pasto, recorrí el sendero hasta llegar a la meta. Una vez superado ese obstáculo y llegue al lado de mi esposo, sólo importaba ese momento y las palabras de nuestro pastor, en ese preciso instante fue que me senti más feliz que nunca, porque sabía que era la decisión más importante que había tomado, pero también era la decisión más fácil, porque nunca había sentido tanto amor por una persona y nunca había sentido que la vida en sí misma me hiciera tanto sentido, que finalmente todos los caminos que había tomado en mi vida se cruzaron para llevarme a ese preciso momento, con él y con nadie más.