El matrimonio de Cruz José y Sofía en Ñuñoa, Santiago

La crónica de nuestro matrimonio

¡Mi boda civil fue una boda sorpresa! Resulta que mi novio estaba cumpliendo años y yo le organicé toda la fiesta, días antes, él tomó vacaciones y mientras yo estaba trabajando él se encargó de ir al registro civil para convencer a las funcionarias para que nos casaran en el lugar de la fiesta. ¡Compró los anillos y organizó todo en secreto! Fue maravilloso, no lo podía creer, ¡y claro que le dije que sí! Pero como no me permitió estar en los preparativos decidí que la boda de la iglesia sería de ensueño, ¡y así fue!

Me dediqué a buscar proveedores con tiempo, tuve casi 11 meses de preparativos, todo fue perfecto con una tranquilidad absoluta, les recomiendo hacerlo todo con tiempo, a menos que les guste la adrenalina, tuve proveedores maravillosos en Santiago de Chile que, de verdad, nos complacieron en todo e hicieron nuestros sueños realidad.

Como toda novia, por supuesto, llegué tarde a la iglesia, aun cuando habia prometido no hacerlo, pero admiro a esas chicas que pueden estar listas a la hora. Mi esposo, un poco nervioso, no sé por qué ya que no me iba a echar para atrás ni en un millón de años. El sacerdote, un amor, él me recibió con una sonrisa y toda la ceremonia fue mágica, al sonido de los violines de Diego García.