El matrimonio de Cristian y Nadia en Linares, Linares

La crónica de nuestro matrimonio

Preparar el matrimonio viviendo en otra ciudad fue muy difícil, estábamos llenos de nervios y preguntas, mil detalles que uno no se imaginaba. Acompañados de nuestra familia y amigos, muchos tuvieron que viajar desde Viña del Mar y Concepción. Buscar hospedaje fue complicado, pero llegó el gran día. Fue maravilloso, nos acompañó un sacerdote jesuita para la ceremonia.

Cristian y los invitados esperaban en la Catedral de Linares, mientras yo y mi enorme vestido tratábamos de meternos al auto. Cada detalle cobró vida: los ramos que hicimos a mano para adornar la iglesia, la música de la iglesia, las pequeñas de las flores, todo salió hermoso.

En la celebración todo estaba adornado con tonos negros y rojos, cada detalle preparado con amor y preocupación estaba en su justa medida. Todos los nervios pasaron y celebramos hasta entrada la madrugada nuestra felicidad.