El matrimonio de César y Bárbara en Villa Alemana, Valparaíso

La crónica de nuestro matrimonio

Nos casamos por el civil el 6 de mayo en plena cuarentena y tuvimos que postergar nuestra ceremonia simbólica/celebración para el 23 de octubre. Esperamos con ansias que llegara el día. Ya teníamos todo listo desde mayo: el centro de eventos, el fotógrafo, mi vestido, los souvenirs, el proveedor de la torta, todo básicamente.

Desde el inicio, teníamos planeada una boda pequeña, con pocos invitados, solo los más cercanos y queridos, así que los aforos de la contingencia no fueron un problema para nosotros.

Ese día, mi hermana realizó la ceremonia simbólica, que fue maravillosa y significante. Leímos los votos e intercambiamos anillos. Tuvimos un cóctel luego, antes del almuerzo. Nos sacamos fotografías con los invitados, bailamos (¡Incluso cueca!) y muchas otras cosas.

Fue un día especial de principio a fin, la organizadora en el centro de eventos se preocupó de que todo saliera perfecto. Nos llovieron los cumplidos de familia y amigos.

Además, teníamos una sorpresa especial guardada, que presentamos por un video. ¡Anunciamos que tendríamos una hijita! Esperando que llegara el día de nuestra boda, nos llegó el mayor regalo que podíamos imaginar. Así que la boda se convirtió en una fiesta de lágrimas de felicidad y abrazos.