El matrimonio de Catalina y Juan en Buin, Maipo

Llegó el momento... entró el vehículo y tomamos posición. Todos atentos, esperábamos la música de entrada y comenzó todo. Nada de lo que pueda relatar por acá será suficiente para describir la emoción. El lugar estaba hermoso, todos los invitados se veían maravillosos, nuestras canciones sonaron perfecto en manos de Lore Gormaz... pura felicidad.

Después de la ceremonia fue chistoso que nos equivocamos por donde salir y cruzamos por la cocina y todo el staff quedó como "what?", y nosotros solo risas. Tuvimos nuestro momento juntos y una espectacular sesión de fotos junto a Andrés Mejías, nuestro fotógrafo, seco. Fue super buena onda, nos tomamos nuestro momento y él hizo magia.

Luego volvimos a compartir con todos al cóctel y ya era pura alegría y buena onda... Todos sonrientes, mucho abrazo, beso y felicitaciones... ¡Muchos "salud" y fotos grupales!

Cuando entramos al salón para la cena, guau, yo que había dicho que el día anterior se veía todo muy lindo, aquí me quedé sin voz... era tal como lo habíamos soñado. La decoración de flores era espectacular, como un salón elegante que había sido invadido por la naturaleza más linda. Para Catalina era como ver un "cuento de hadas".

La comida estuvo exquisita, la atención a nuestro mesón familiar de lujo. Estaba como en otro mundo... me costó entender que era todo para nosotros.

Finalmente, la fiesta fue un éxito, nuestro DJ, Rodrigo Cereceda, full prendido y mantuvo el ánimo a tope. La gente sacándose fotos en el tótem de Bárbara Lagos a un costado de la pista, también fue un acierto, porque obvio que Mauge ya tenía el fondo perfecto.

Recordar ese día solo me trae alegría y risas. Siempre estaré agradecido de Mauge y todo su equipo (mención especial para la Leo, seca), de Lore, de Andrés, de Bárbara y de Rodrigo. Fue un día perfecto.