El matrimonio de Catalina y Adiel en Huechuraba, Santiago

Cuando ya me avisaron por mensaje estaba llegando el testigo. Aceleramos ya que todo era muy cerca. Un auto se estacionó atrás de nuestra combi y se estaba bajando ahí porque no conocía donde era la iglesia, le hice un gesto para que entrara y siguió con la puerta media abierta, y al fin ya llegó a la iglesia antes que yo. Al fin pude ingresar a iglesia, había muchísima gente esperando mi llegada, fue un momento muy emocionante y ¡único! Mi hijo y sobrina se bajaron con los divertidos carteles que les fabriqué para que llevaran... y se robaron la película con mi lindo hermanito chico. Me paré en umbral de entrada iglesia y comenzamos a escuchar tema romántico de Homero Simpson y Marge (ya que mi Adiel se cree Homero y adora los Simpson). Comenzamos la entrada donde solo emoción y aplausos nos esperaban.

Hermosos momentos y luego hermosa fiesta llena de más momentos únicos, mucha buena onda y ánimos de celebrar hasta el último minuto de todos nuestros invitados. Felices quedamos, pero muy cansados. Conversamos hasta con el último que se fue de la fiesta y luego vimos que todos los garzones y personal del lugar que ya se retiraban hasta vestidos de calle y todos a sus casas, ¡ya no quedaba ni un invitado! Comenzamos a pedir nuestro Uber y nunca llegaba, por lo que nos quedamos sentados afuera del local sobre un tronco en el suelo con el señor que cuidaba autos esperando Uber. Despedimos hasta el último personal del personal del local y quedamos solos, apagaron todas las luces del local y nos quedamos a oscuras hasta que pasó por nosotros nuestro Uber y nos llevó a un hotelcito con donde entre jacuzzi y cama blandita repusimos la caña, energías y sueño atrasado de estas últimas semanas de estrés total y locura. Cerramos nosotros mismos puerta del local para luego en Lanús, en la tarde del próximo día, bien descansados, poder ir a buscar a nuestro hijo a casa, que lo está estaban cuidando...

¡Felices pero cansados! ¡Así nos sentimos! Espero todas las novias disfruten su día y los que los rodean siempre sacrifiquen algo, ayuden más y sean muy contenedores en un momento así de difícil y estresante. Luego cuando ya empezó la fiesta Adiel hasta terminó tocando con la banda. Espero les haya gustado mi día de matri y nunca dejen de cumplir sus sueños, sino no hay motivo para vivir ni ser felices.