El matrimonio de Carlos y Daniela en Coronel, Concepción
De noche Invierno Morado 2 profesionales
C&D
22 Jul, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Todo comenzó en el mes de febrero cuando decidí yo dar el paso del matrimonio después de 6 años juntos. Bueno, ¡la respuesta fue sí! Nos casamos en Concepción, pero vivimos en Santiago. Teníamos que organizar todo a distancia con la ayuda de familiares y padrinos. Como eran pocos meses para la organización y nuestro presupuesto era reducido decidimos hacer algo familiar e íntimo. Basándonos en lo anterior quisimos darle un toque diferente haciendo los partes y algunos arreglos con nuestras manos.
¡Y llegó el momento! El día anterior teníamos la ceremonia civil en la casa mis suegros. Corrimos de un lado para otro preparando los últimos detalles, pero todo salió tal cual lo previsto. Pero, cuando estábamos en la celebración, tuvimos que salir corriendo a sacar cientos de sillas que estaban en el local de la recepción. Nos desaparecimos una hora. A pesar de todo fue un día redondo. ¡Y los nervios aún no se hacían presentes!
El día del matrimonio religioso, nos levantamos temprano porque llegaban unos amigos de Santiago y teníamos que recibirlos. Corrimos como nunca: fuimos al mall, tomamos desayuno, trasladamos mis cosas a la casa de la abuela del novio, llevamos las cosas que habíamos hecho a mano al local, almorzamos y ya era hora de separarnos. Caminé hasta la peluquería pensando en lo feliz y afortunada que era (y soy) y ahí estaba la madrina del novio, preparándose. Ahí comenzaron mis nervios, que más que nervios eran ansias porque quería que todo saliera como lo esperábamos.
Seguir leyendo »Estuve dos horas en la peluquería y se me había olvidado el tocado. Llovía a cantaros así que el padrino del novio fue el salvador. Me comencé a vestir y lo único que sabía del novio era que ya estaba en la iglesia (yo estaba a 2 minutos de la iglesia). Era tanta mi felicidad que se me olvidaron los aros y el punto de luz. A las 17:45 llegó el auto y nos subimos con mi madre. Dimos un par de vueltas y llegamos a la iglesia, pero aún faltaban los padres del novio así que a dar otra vuelta más y ya estábamos listas en la puerta de la iglesia. Cuando comenzamos esta aventura me imaginé las miles sensaciones y emociones que iba a tener comenzando por llorar, ponerme roja como tomate, reírme sin parar, etcétera. Pero lo único que sentía era una felicidad enorme al encontrarme con el hombre de mi vida esperando en el altar. Él, con una sonrisa enorme y unos ojos que rebosaban felicidad. Mi corazón estaba que estallaba de amor por todas las personas que nos acompañaron.
Fuimos a dar una vuelta a la playa para las fotos de rigor y caía una ligera llovizna con un frío terrible, pero ahí estamos. De vuelta en el local, mi preocupación principal era si me iba a gustar la decoración y si los invitados estarían contentos. Nos llevamos una grata sorpresa: todo era mil veces mejor de lo que nos imaginábamos. Disfruté la noche como nunca, con decir que estuve una semana con dolor de pies y caderas de tanto bailar.
Como consejo para todas las novias y novios: puede sonar cliché pero disfruten los preparativos, disfruten esas miradas cómplices al entrar a la iglesia o en la ceremonia civil, disfruten la fiesta, disfruten delegar las tareas, disfruten a sus invitados, despreocúpense y vivan a concho el gran día porque pasa volando. Disfruten el antes, el durante y el después.
Servicios y Profesionales del Matrimonio de Carlos y Daniela
Otros Proveedores
Otros matrimonios en Concepción
Ver todas
Inspírate con estos matrimonios
3 comentarios
Deja tu comentario