El matrimonio de Berman y Giselle en Vitacura, Santiago
Elegantes Primavera Rojo 8 profesionales
B&G
02 Dic, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Nuestro día comenzó no tan temprano, ya que el matrimonio civil ya había tenido lugar, así que había una preocupación menos. Durante la noche me desperté varias veces, pero no por pesadillas, sino porque estaba medio resfriada. El día antes ya habíamos ido a dejar al centro de eventos la mayor parte de las cosas que había que llevar, así que amanecimos tranquilos. El desayuno fue liviano, una barra de cereal y un vaso de leche. No me pasaba nada más por la garganta, parece los nervios hicieron su parte. Y mucha agua durante el día
Comenzamos a preparar los últimos detalles y se presentó el primer contratiempo con los zapatos de una de nuestras hijas: le quedaron grandes. Los habíamos comprado hacía ya varios meses con el convencimiento de que el pie le iba a crecer (de hecho, fue lo que ocurrió en el caso de nuestra otra niña, a quien sí le sirvieron sus zapatos) Bueno, la solución fue modificar el plan de viaje hacia el centro de eventos. Inicialmente, yo me iría más temprano con todas las mujeres de la familia, para que comenzara el proceso de preparación y mi novio se llevaría a la parte masculina más tarde, ya que mi habitación tenía early check in a las 11 am y la de él recién se la entregarían a las 15 h.
Seguir leyendo »El cambio fue que la niña se fue con ellos y pasaron a comprar un nuevo par de zapatos antes de llegar al hotel. Lo otro que se añadió fue que él pasara a la farmacia a comprarme un jarabe para la tos, porque cada momento estaba peor. Y me tomé el frasco completo antes de bajar a la ceremonia.
A las 11 am, salimos de la casa rumbo a la florería a buscar mi ramo. Lo recogimos sin contratiempos y llegamos al centro de eventos que era un hotel, así que todo se iba a hacer en el mismo lugar. Quise arreglar un poco el ramo, porque no me gustó que la parte donde se tomaba era sólo verde, así que lo adorné con un toque blanco.
Un rato después llegaron las maquilladoras y comenzó realmente la preparación. Hidratación profunda de la cara previa al maquillaje y comenzaron con la base de los peinados, rulos, mouse, etc. Mientras mi novio se iba encargando del tema de los zapatos, la farmacia y comprar el líquido para ponerle a las burbujas, porque el que había comprado yo, finalmente no alcanzó para llenar todos los burbujeros.
Luego, cuando ya estábamos todos en el hotel instalados, nos juntamos para ir a almorzar y llegamos tan tarde, que el restaurante ya había cerrado para el servicio de almuerzo, así que obligados a irnos a la cafetería. Bien para mí porque no tenía nada de hambre, así que pedí un Barros Jarpa en croissant y un jugo, y del Sandwich me comí sólo la mitad.
Otro pequeño contratiempo que tuvimos fue que a la hora del check in, nos pidieron el carné de identidad de los niños, el carnet físico de ellos, no les servía el número de RUT, sino que exigían el documento físico. Eso se resolvió rápidamente con el gerente del hotel, pero por un momento nos preocupó bastante el tema, porque llegamos a pensar en que habría que ir a la casa a buscarlos.
Después del almuerzo ya estaba por llegar el momento de separarnos hasta la ceremonia, así que juntos fuimos a echar una mirada para ver cómo estaba quedando el salón de la cena y el área de la piscina donde sería la ceremonia, porque ya habían llegado los arreglos florales.
A las 17 h en punto llegó el fotógrafo y los chicos del video. La preparación en cuanto a maquillaje y peinado se demoró un poco más de la cuenta porque se sumaron muchas mujeres para peinarse, así que bajé como con 40 min de retraso.
Por este detalle, no pasé mucho tiempo sola con mi papá. Dato anecdótico fue que cuando se abrió la puerta del elevador para bajar a la ceremonia nos encontramos frente a frente con Jesse (de Jesse y Joy, que estaba en el hotel porque había venido a cantar a la Teletón) y al verme vestida de novia nos felicitó. Debido al retraso con el maquillaje, cuando llegué al lugar de la ceremonia, ya había menos sol y pasé bastante frío. Un momento bello de la ceremonia fue cuando mi novio se quitó su chaqueta y me cubrió con ella. Ese gesto sacó suspiros entre los invitados.
En el cortejo nupcial iban nuestras hijas con las canastas de pétalos y el hijo de mi novio con el cojín de los anillos. Debo decir que nunca me puse nerviosa. Yo pensaba que en el momento en que comenzara a sonar la música con que yo tenía que entrar me llegarían todos los nervios, pero no fue así, lo que me ayudó bastante a mostrarme relajada y a sonreír y saludar a las personas mientras íbamos entrando con mi papá. Sí me emocioné bastante con la música en general, porque elegimos temas que eran muy importantes para nosotros. Ver a tantas personas importantes y cercanas felices por nosotros me dio mucho gusto y confianza.
Mención aparte requiere la ceremonia simbólica que nos regaló Yurima. Su profesionalismo quedó perfectamente probado al ofrecernos a nosotros y a los invitaos una ceremonia llena de simbolismo, amor, positivismo. Contó nuestra historia como ni nosotros mismos lo hubiéramos hecho, con las palabras precisas, y la emotividad a flor de piel. Hubo risas, llantos (nuestras hijas se lo lloraron todo e incluso algunos hombres) pero sobre todo se respiraba felicidad y logró transmitir de la manera más mágica que yo hubiera podido imaginar nuestra historia de amor a todos.
Un momento gracioso fue cuando ya íbamos a salir del lugar de la ceremonia que yo a pesar del frio, me quité la chaqueta y se la devolví a mí ya esposo, diciéndole: "gracias, mi amor, pero antes muerta que sencilla" Imagínense cómo iba a salir en las fotos con la chaqueta encima, después de tanto esfuerzo para lucir un bello vestido. Tantos meses de búsqueda de un vestido que me gustara para después taparlo.
El cocktail vino después. Estuvo perfecto. Por la tardanza en el inicio de la ceremonia, hubo algunas fotos que queríamos hacernos que las tuvimos que sacar de noche, pero que igualmente salieron bellas.
Luego vino la entrada al salón que fue un momento entretenido porque los invitados no se esperaban la música que elegimos para eso y contamos con la ayuda de dos super amigos que se levantaron de sus puestos y se acercaron a abrirnos la puerta. Fue bien lindo todo en esa parte. El brindis, unas palabras cortas nuestras y mi papá que habló en nombre de toda la familia emocionando con sus palabras a los invitados y a nosotros mismos.
Esto también fue un simbolismo porque los integrantes de ambas familias no quisieron hablar por separado. Dijeron que mi papá hablaría en nombre de toda la familia, porque ya éramos una familia y no dos, debido a nuestro enlace.
Después vino la cena, ya todo más relajado. Los platos quedaron espectaculares, todo salió muy bien.
Todo lo que vino después ya se sucedió una cosa detrás de otra. El “vals” que elegimos fue una salsa de Marc Anthony, lo que también sorprendió un poco a los invitados. La canción que bailé con mi papa, que fue una sorpresa para él, fue un momento muy emotivo también, y muy íntimo y de complicidad para nosotros dos, pues yo elegí una de sus canciones preferidas y sin aviso me acerqué a él y lo llevé a la pista de baile.
El corte de la torta fue rápido y creo que fue el único error del dj, que no puso la música que habíamos elegido para ese instante, pero de eso nadie se dio cuenta porque la conocíamos sólo nosotros. La torta fue un verdadero éxito, a pesar de que muchos me decían seguramente que iba a sobrar mucha cantidad, que la gente nunca comía mucha torta en las bodas, pues no fue así, el pedazo que nos llevamos para la casa, fue sólo el piso de arriba, el más pequeño, así que cumplió su función.
No tuvimos liga, pues a ninguno de los dos nos gustaba ese show, así que después que lancé el ramo a las solteras y un segundo lanzamiento, inesperado para todas ellas, con unos ramitos de consuelo más pequeños, mi esposo lanzó una caja de whisky a los solteros y después entregamos también cosas a los casados.
Eso fue entretenido también para los invitados que no se esperaban que llamaran a la pista a las casadas primero, para que yo les lanzara una caja de espumante y luego a los casados a quienes mi marido les lanzó una polera simpática que decía “Yootube libertad” y nuestra fecha de matrimonio. Eso fue novedoso para la mayoría de los invitados y nos agradecieron el haberlos tenido en cuenta involucrándolos a todos.
Los recuerdos entregados a los hombres eran unos puros (tabacos cubanos), así que hubo un espacio para que ellos fueran a fumar, los que quisieron.
La cabina de fotos funcionó durante 3 horas aprox y nos dejaron fotos muy lindas y leyendas más bellas aún en el libro de las fotos, especialmente lo que escribieron nuestras hijas, de 11 y 12 años.
El árbol de huellas también sirvió mucho y todos dejaron la suya, algunos más de una vez.
Para los niños asistentes, el hotel había dispuesto una habitación en el piso de arriba de la fiesta con televisión, juegos y camas, sí que los padres pudieron disfrutar tranquilos.
El bolso de emergencias para los novios funcionó de maravillas. Yo llevaba allí mis zapatos de cambio, y de todo cuanto se me ocurrió, hasta tiza blanca por si me manchaba el vestido con alguna mancha que no se quitara fácil. Usé algo de maquillaje para retocarme durante la noche. Los kits de los baños fueron muy útiles y tuvieron muy buena acogida entre los invitados
Lo pasamos muy bien en general, a mí se me hizo cortísimo el tiempo, las horas pasaron volando. A las 4 am se acabó la fiesta y mi novio se quedó despidiendo a unos invitados que no se iban, así que yo subí sola a la habitación, primero un poco molesta por la situación, y luego me di cuenta que eso podía servir para hacer más entretenida la noche de bodas.
En la habitación nos esperaba espumante, frutillas y chocolate derretido y en polvo para untar las frutillas. Inicialmente pensé poner en marcha todo para la noche de bodas, pero rápidamente eso fracasó cuando me di cuenta de que necesitaba ayuda para sacarme el vestido porque el cierre era en la espalda y con corset, así que me acosté con el vestido puesto y me quedé dormida unos minutos hasta que subió mi esposo y le pareció super romántico verme acostada en la cama, dormida, con el vestido de novia.
Ese día nos acostamos a dormir ya de día, dormimos poco porque queríamos compartir en el momento del desayuno buffet con los invitados que se habían quedado a dormir en el hotel, así que después del desayuno subimos nuevamente a dormir.
Finalmente, antes de irnos, nos hicimos un masaje que el hotel nos regalaba y que nos dejó como nuevos después de tantos meses de preparativos, tanto stress en los días previos y tanto disfrute el día de la boda.
Como recomendación vivan ese día disfrutándolo minuto a minuto. Nada puede salir mal después de tan largo proceso de preparación. Si algo no sale exactamente como soñaron, no importa, nadie va a darse cuenta porque el resto no sabe ni tiene expectativas tan altas como las nuestras. Vívanlo despacio para que dure, respiren la felicidad desde el momento de despertarse. Yo en lo personal amé cada segundo de ese día, de verdad fue como estar viviendo un sueño.
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