El matrimonio de Bastián y Pilar en Viña del Mar, Valparaíso
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B&P
26 Ene, 2019La crónica de nuestro matrimonio
Me pidieron matrimonio el 29 de mayo 2017, y con mi novio nos dimos un año completo de relajo para disfrutar al máximo el tiempo noviazgo. Finalmente llegó 2018 y comenzamos con la locura de programar mes a mes para ir concretando los detalles de nuestra celebración. De un día para otro apareció la gran fecha (26 de enero del 2019), y honestamente se sentía una fecha tan lejana que los nervios entre nosotros eran bastante escasos. Ninguno de los dos recuerda bien, pero de un día para otro el calendario nos llevó a diciembre, y la cuenta regresiva estaba en alerta roja.
Desde los detalles más complicados (confirmar los invitados, ordenar las mesas, recibir el traje del novio y mi vestido, etc.) a los menos graves (elegir el cotillón, adquirir un poco de bronceado para no ser un papelucho) enero se acababa rápidamente y de un rato para otro la cuenta regresiva se acortaba a 7, 5, 3, 2 días. ¡Qué locura la del último día!
Con mi novio inventamos una coreografía de vals con 24 horas de anticipación, sólo para sorprender a nuestros invitados. La verdad nos costó un montón, pero honestamente valió la pena. En mis sueños lo que más quería era acostarme temprano, pero la ansiedad se encargó de quitarme como 2 horas de sueño ese día.
Seguir leyendo »El día de mi matrimonio me había levantado con la convicción de no ser la típica novia que se hace esperar en llegar a la iglesia, por lo tanto, decidí manejar para llegar al lugar de la celebración por mi propia voluntad, junto con mis papás, considerando 4 horas de anticipación para mi gran entrada, lo tenía todo planeado.
Confieso que en realidad no tuve mayores problemas para arreglarme (había contratado todo el servicio de mi maquillaje y peinado con su debida anticipación), además tenía todo bien evaluado del día anterior, todo correctamente guardado, etc. Y afortunadamente estaba lista a las 18.00. Sin darme cuenta estaba a 30 minutos de ser llevada a la iglesia junto a mi papá. Y ni una lágrima en mis mejillas, ni un poco de nerviosismo, en verdad me estaba enojando de tener que esperar a que llegaran algunos invitados que estaban un poco atrasados.
No me coloqué nerviosa cuando me dijeron que el auto estaba afuera y era hora de irnos. Ya era el momento. Ahora viene lo crítico. Enfrentar a todos mis invitados, mi mamá, hermanos, familia en general, amigos y a la cara de emoción de mi aquel entonces novio. Me hicieron entrar en un pánico-emotivo y me las lloré todas hasta que me encuentro con él en el medio de mi camino al altar (con “pera puchero” cuático). Varios de mis invitados dicen que también lloraron por mi culpa. Jamás hubiese pensado que esa hubiese sido mi entrada, por lo tanto, les recomiendo llorar antes, seguro tendrán una entrada con menos lágrimas, porque creo que es imposible no emocionarse.
Saliendo de la iglesia, el sentimiento general era de máxima felicidad; el primer hito de ese gran día ya estaba cumplido, y por lo tanto, nos quedaban cosas fáciles. Jamás puede ser tan difícil recordar un poco del discurso y sacarse fotos con gracia teniendo la mansa facha encima, onda fácil. Creemos que lo segundo más complicado era recordar y hacer en coordinación el famoso vals, que si bien no calificó para grandes estelares, por lo menos, emocionó a las familias y amigos. Segundo logro cumplido.
Mi recomendación es que si pasan los objetivos difíciles del matrimonio, sea cual sea, de ahí en adelante, olvídense de todo y empiecen la fiesta. No se puede estar pensando en mantener de blanco puro el color de su vestido y que no haya chascarros de algunos, por favor, matrimonio para aburrido.
Disfruten con sus amigos y familia, tomen como los invitados, porque de verdad parecen algunos como contratados extras. A mí me toco que después de mi matrimonio a mi esposo se le ocurrió hacer un after y lo dijo a todo pulmón por micrófono (más prendido imposible) ¡Dios mío, yo estaba obligada a ir! Bueno el cuento corto es que lo pasamos demasiado bien.
¡Felicitaciones a todos los que se quieren casar, planeen las cosas con tiempo y disfruten del proceso!
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